El América, que dirige el Tano Ortiz, me atrevo a decir ya es un equipo que está marcando una época, su estilo de juego es espectacular, propositivo, explosivo, muy generoso en cuánto a su accionar como conjunto, que como es natural llena estadios y se lleva todos los reflectores; en las antípodas de planteamientos y parados estratégico/tácticos de otros DTs, como los que suele presentar Ricardo Ferreti, por ejemplo, con un orden tan eficaz que puede ser, oh paradojas del futbol, a la vez garante de matar el espectáculo y de ser capaz de ganar títulos, como lo ha demostrado en su ya larga carrera como timonel. Sin embargo, contra este América su equipo actual (Cruz Azul) fue borrado de la cancha y del marcador también. Pero ojo, el riesgo del América actual es que se quede, y ya sucedió en el torneo pasado, cuando quedó fuera por un fuera de lugar de cinco centímetros, de la gran final perdiendo increíble y dolorosamente ante el Toluca.

Equipos que marcaron a todo el mundillo del futbol mexicano y que no lograron ser campeones los hay, algunos emblemáticos, curiosamente con mucho mayor énfasis en la década de los años 90; el América mismo de Leo Benhacker (el de mejor accionar que me ha tocado ver) y que ni a semifinales pudo llegar, el mítico y mágico Toros Neza del Profesor Meza, Mohamed, Pablo Larios, Miguel Herrera y compañía, que inexplicable y frustrantemente jugó una final de liga y una de copa y ambas las perdió, el Celaya de la temporada 95/96, con Emilio Butragueño como su gran estandarte, y que perdió en la última gran final de torneos largos contra el Necaxa, máximo ganador de títulos de esa década, al mando de Don Manolo Lapuente, sin haber perdido, ya que Necaxa ganó empatando y fue campeón con el injusto criterio de un gol cómo visitante, mismo hecho que hizo que el reglamento de la liga cambiase y aparte con un remate fallido e inexplicable, a último minuto, por parte de la estrella madridista Butragueño, y por último, el icónico Atlas del 99, comandados por Ricardo Antonio La Volpe, con una generación dorada de mexicanos, que no sólo dejaron huella en Guadalajara y en la LigaMx, sino algunos también en el extranjero y en la Selección Nacional mexicana. Todos recordamos esa serie de penales en Toluca, donde ganaron los diablos, único Club de esa década en no quedarse con el agridulce sello de ’campeón sin corona’, como sí y tristemente los anteriores cuatro.

Ojalá no suceda, pues lo del torneo pasado y el América quede sin su título de liga # 14, porque sería sinceramente inmerecido, dado la forma alegre, armoniosa y poderosa en la que se entrega el equipo, semana a semana. Porque campeones sin corona, ya vimos, los hay, y si bien es cierto nadie los olvida, las tercas estadísticas si lo hacen, y a la postre los mejores equipos se miden en triunfos y sobre todo en títulos. Ya venció este América del Tano a dos equipos con plantillas fuertes, pero sobre todo con dos estrategas que privilegian el orden táctico sobre el espectáculo, como son el ya mencionado Tuca y también el señor Vucetich con los Rayados del Monterrey. En fin, el América tendrá otra oportunidad y ojalá se quede como el nuevo campeón sin corona del futbol mexicano.