El futbol mexicano se juega con la pelota de Quico (el personaje de la serie del Chavo del 8, que tanto admiran en Sudamérica y es lo primero que relacionan con México), aseguró un periodista deportivo al confirmar que un argentino de calidad fichaba por los Pumas de la UNAM y dejaba al Boca Jrs. Despotricó y a pocos nos gustó. Que de dónde sale tanto dinero, que es una Liga semi amateur y, aún más, a nadie gustó, pero les diré: el comunicador tiene razón: el mexicano en transa y los dueños de los Clubes (importantes magnates dueños de conglomerados de empresas) los utilizan no pocas veces para eludir al fisco y de ahí para arriba en cuanto a la opacidad del origen de los recursos.

Pero taras en nuestro futbol dista eso de ser lo único: clubes jugando hasta con sólo dos mexicanos, obligando a muchos a buscar cobijo en equipos de bajísima calidad en Europa, provocando un embudo que impide el desarrollo de los jóvenes con talento, de directores técnicos. Ahora, ante la andanada de personajes que llegan de Sudamérica a desplazar a los nuestros (escenario previsto incluso en nuestra Constitución y Ley laboral) han optado por emigrar a Centroamérica, fundamentalmente, y han cosechado ya triunfos: Roberto Hernández fue ya Campeón en la liga chapina y Luis Fernando Tena dirige a la Selección del país vecino; otro connacional, Rafael Loredo, lleva años trabajado ya y se hizo cargo de manera interina de la selección mayor en la pasada Copa Oro, antes de la llegada de Tena. Ahora, el propio Loredo al frente de la Guatemala sub 20 nos deja fuera, de manera humillante, del Mundial de la categoría, y de paso también los Juegos Olímpicos de París 2024.

Otra de las barbaridades, que sobran y al final de este texto de enumeran, fue el traer la asamblea de dueños de Clubes a un itamita (rapaz y corrupto por definición) a presidir la liga mexicana, y a continuar con decisiones absurdas. Mientras en otros países se toman medidas que tengan un impacto positivo y tangible al futbol de esos lares, aquí en Señor Mikel Arriola ha puesto unos lineamientos de risa, que NO corresponden al deporte del futbol, como el de obligar a jugadores y árbitros a fijar un límite de tiempo ¡a los saques de banda y a los de meta!

Si esto último lo supieran en Argentina, al igual que el que esto escribe, lo único que haría es confirmar que sí, que en México se juega al futbol profesional con la pelota de Quico, y que somos la burla ya del resto de América.

¡Y esperen, que aún falta el papelón en Qatar, en el invierno de este mismo año!