ESTIRA Y AFLOJA

Chivas se ha convertido en una institución endeble, de nulo respeto, sobre todo, cuando se habla de sus mandos medios. El mensaje publicado en Twitter el viernes por la noche después de que algunos “aficionados” increparon al equipo en el hotel Royal Pedregal es denigrante, mentiroso y una evidente muestra de la falta de capacidad de sus directivos.

Édgar Martínez, director de comunicación de Chivas ha tomado su puesto como frente de batalla personal, como si se tratara de una revancha contra los medios de comunicación, de esos donde tantos años transitó hasta ser despedido de Televisa, y antes, también echado de Univision en Estados Unidos.

Los medios de comunicación no juegan al futbol, no son quienes anotan los goles. Los medios consignan hechos, y claro, hay géneros periodísticos que deben ser aplicados en todos los temas de la vida diaria, como lo es el deporte. Por eso hay analistas, columnistas, reporteros, quienes amplían lo que sucede, y lo que ha sucedido en Chivas es lo que todos sabemos, una alarmante crisis institucional que va desde su cabeza Amaury Vergara, pasando por mandos medios como Ricardo Peláez y el propio Martínez. Ni en lo deportivo, ni en la comunicación han funcionado. Son además, un grupo que nunca aceptarán su fracaso y “avientan” la responsabilidad a terceros.

Generalizar al decir los “medios de comunicación” cómo un todo y “periodismo deportivo” sin tener el conocimiento para saber de los diferentes géneros que existen, entre los cuales por supuesto que la opinión conlleva una responsabilidad de quién la emite, es tan preocupante como la falta de conocimiento, o al menos eso parece, en lo deportivo para sacar al equipo de la crisis antes mencionada, o en el caso del responsable de logística del equipo o de quien haya sido el personaje que permitió que en un clima tan hostil como el que se percibía desde la mañana en la salida del equipo de Guadalajara a la Ciudad de México, permitiera que algunos jugadores se asomaran a lo que sucedía en el hotel de concentración.

De lo que tampoco se dan cuenta, es que buscan encontrar “culpables” de la violencia generando más violencia. Y no es victimizar a medios, periodistas, reporteros, columnistas, analistas (si, así marcando más diferencias como debe ser), pero hoy lo más fácil es tratar de hacer que la afición piense que hay más responsables de su pobreza futbolística y sobre todo, de permitir que los miembros de las barras, los líderes, piensen que tienen el derecho de ser atendidos por los jugadores y que deben de recibir explicaciones. De eso, no fueron los “medios” quienes dejaron crecer esas prácticas, fueron los equipos, los mandos medios, y en ocasiones como la del viernes por la tarde cuando se le sale de control prefieren buscar culpables, siendo esa la salida más fácil.

Gerardo Velázquez de León en Twitter: @gvlo2008