Para nadie es un secreto que el cambio de régimen ha provocado un reordenamiento en las prioridades de la Fiscalía General de la República, la UIF y todo el aparato de impartición de justicia de nuestro país.

Y no es que necesariamente ya no haya impunidad, sino que los carniceros del ayer pasaron a ser las reses de hoy.

Por eso no sorprende que muchos partidos hayan lanzado como candidatos a figuras que tienen una cuestionable reputación, incluso con carpetas de investigación y casos todavía pendientes por resolver.

Los casos son más evidentes en entidades como Tamaulipas, en donde la pesquisa en contra del gobernador Cabeza de Vaca ordenada desde México, provocó que el mandatario tuviera que reacomodar su tablero político, incumpliendo compromisos con otros grupos de poder dentro de su mismo partido. Todo ello, para poder acomodar a sus eslabones débiles en espacios en donde tengan tranquilidad y protección de cara al proceso que se le viene encima en próximos meses.

Cabeza de Vaca sabe que el hilo se rompe por lo más delgado, y ha querido garantizar que sus socios y aliados cercanos, no tengan la tentación de negociar con las autoridades actuales, criterios de oportunidad que los mantengan alejados de la cárcel, a cambio de información que pudiera perjudicar al hoy gobernador.

Por eso, en algunas ciudades se empeñó en imponer a personas impresentables o con muy baja popularidad, como es el caso de Reynosa, con su amigo y ex gerente de la Comisión del Agua de aquella ciudad fronteriza, Jesús Moreno “Chuma”, quien carga con carpetas de investigación por presunto fraude en contra del organismo que dirigió, así como por violencia de género; o en Ciudad Victoria con María del Pilar Gómez, prima hermana de la esposa del gobernador.

Ha quedado claro por la manera en que se ha llevado la contienda en estas ciudades, que el gobernador no escatimará ningún esfuerzo en tratar de ganar la elección. El uso del aparato aún en su poder, ha sido utilizado para golpear e intimidar a los candidatos opositores, dejando en evidencia que buscan conseguirles el fuero a como de lugar a los suyos.

La práctica aquí señalada no es exclusiva de Cabeza de Vaca y de su equipo, ya ha sido utilizada en el pasado por diversos partidos políticos y personajes que se la viven en la cuerda floja. Sin embargo, este ejemplo llama hoy la atención más que en cualquier otro lado, por la confrontación pública que existe entre el gobernador y el gobierno federal, que seguramente terminará por cortarle los cuernos al hoy mandatario.

¿Será que los tamaulipecos protejan con su voto a estas personas, o se los dejarán en charola de plata a las autoridades correspondientes?

Chequen bien en su municipio, estado o distrito, y no permitan que los candidatos los usen solo para garantizar su fuero.

La contienda después de la elección

Por lo cerrado que se proyectan los resultados del próximo domingo, y porque gane quien gane, es muy difícil de pensar que de acuerdo a los reportes de incidencias que se han suscitado en todo el país, las coaliciones perdedoras terminen por aceptar tranquilamente los resultados; no se vislumbra que la elección vaya a terminar el 6 de junio.

Por ello, se prevé que la verdadera batalla se dará en el ámbito legal, y serán los tribunales los que finalmente determinen la validez de cada contienda; habiendo grandes probabilidades de que incluso haya elecciones que se tengan que repetir, lo que terminará por poner muy denso el clima político en los meses posteriores.

Todo apunta a que serán los comicios no solo más grandes, sino también serán los más judicializados de la historia.

¿Estarán listos los árbitros?