México posee una economía fuerte y es uno de los mercados más importantes de América Latina con grandes posibilidades de expansión en materia de conexiones aéreas, aseguró el Chief Executive Officer (CEO) de Delta AirLines, Richard Anderson.

 

En reunión con los medios previo a la inauguración de la nueva terminal Maynard H. Jackson Jr. del aeropuerto internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, el CEO de la empresa estadunidense destacó la estrecha colaboración que desde diciembre de 2010 mantiene con Aeroméxico, a través de un código compartido.

 

Delta AirLines realiza 370 vuelos semanales en México, de los cuales 177 salen desde Atlanta, incluyendo los vuelos de temporada de verano.

 

La aerolínea estadunidense, que opera en México desde hace 25 años, trabaja de manera conjunta con Aeroméxico en 20 aeropuertos mexicanos y nueve estadounidenses en más de 125 vuelos de Aeroméxico y Aeroméxico Connect.

 

Entre los destinos mexicanos con código compartido están las ciudades de México, Guadalajara, Monterrey y sitios de playa como Acapulco, La Paz, Puerto Vallarta, Cozumel, Los Cabos, Manzanillo, Cancún, Ixtapa Zihuatanejo y Mazatlán, entre otros.

 

El director ejecutivo de Delta AirLines consideró que México, ahora con el eventual reinicio de operaciones de Mexicana de Aviación, es un país clave para la conexión de viajeros con el resto del mundo.

 

Explicó que aunque Delta nunca ha tenido un acuerdo de código compartido con Mexicana de Aviación, ésta es miembro fundador –junto con Aeroméxico- de Skyteam.

 

De acuerdo con Anderson, Delta ha hecho ‘más de lo mismo, aumentando los ingresos, manteniendo la disciplina con los costos, la capacidad y el capital, ejecutando una gran operación y cuidando de los empleados y clientes’.

 

En su reporte de resultados trimestrales a marzo, la línea aérea informó que sus ingresos por pasajeros crecieron 14 por ciento, una pérdida neta de 39 millones de dólares con una mejora en el resultado antes de impuestos de 355 millones de dólares año tras año.

 

En ese sentido, el directivo confió en que ‘el trimestre de junio y el año completo no sólo serán sólidamente rentables, sino que también presentarán una mejora significativa respecto al año anterior, a pesar de los altos precios del combustible’.

 

Resaltó que como una medida estratégica para paliar los altos costos del combustible, Delta anunció en abril pasado la compra de un complejo de refinerías Trainer del sur de Filadelfia.

 

El propósito es que la producción en la refinería, combinada con acuerdos multianuales para intercambiar gasolina, diesel y otros productos refinados en el complejo por combustible para aviones, proveerá 80 por ciento de las necesidades de combustible de Delta en Estados Unidos, subrayó.

 

Esta acción, agregó Anderson, permitirá a la empresa estadounidense reducir el gasto en combustible en 300 millones de dólares por año y asegurar la disponibilidad de turbosina en el noreste del país.