Naciones Unidas, 29 feb (EFE).- El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Kofi Annan, dijo hoy que para enfrentar la crisis del país con éxito se requiere de "una voz única y poderosa", al tiempo que pidió al presidente Bachar Al Asad que "se comprometa" con el proceso de mediación.

Annan, que hoy se reunió en Nueva York con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, viajará en breve a El Cairo para reunirse con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil el Arabi, y otros líderes de la región, y después entrar en Siria "bastante pronto".

"La situación en Siria es cada vez más desesperada. No hay mayor urgencia para la comunidad internacional que poner fin de inmediato a los asesinatos y que el Gobierno detenga el uso de la fuerza contra los civiles", aseguró Ban durante una conferencia de prensa con su antecesor al mando del organismo multilateral.

Con esta misión, que ya ha calificado como "muy difícil, todo un reto", Annan, de 73 años, vuelve a la escena política internacional, decidido a ejercer toda su influencia diplomática para lograr el fin de la violencia y la entrada de asistencia humanitaria a Siria.

"Si queremos tener éxito en esta misión, es extremadamente importante que todos acepten que haya una mediación y que se hable con una voz única y poderosa", dijo Annan, que además de reunirse con Ban también lo hizo, entre otros, con los miembros de la delegación siria ante la ONU.

El exsecretario general de la ONU subrayó que la comunidad internacional debe responder unida ante esta situación y destacó que "la prioridad es hacer cuanto se pueda para detener la violencia y los asesinatos, así como facilitar el acceso humanitario a Siria".

"Como se pueden imaginar, cualquier movimiento, incluso la elaboración de mi itinerario, es sensible en estos momentos y tiene un alto contenido político", explicó el diplomático de Ghana, que evitó poner fecha a su entrada en el país árabe y a eventuales reuniones con las autoridades sirias.

Para Annan, su mensaje como enviado especial "está claro: hay que terminar con la violencia y las muertes, y las agencias humanitarias deben tener permiso para ejercer su trabajo, porque actualmente eso no ocurre".

A punto de cumplirse un año del inicio de las reclamaciones de la población civil al régimen de Damasco, la ONU señala que son más de 7.500 los muertos contabilizados en los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los opositores y manifestantes civiles, aunque según estos grupos la cifra superaría con creces los 8.500.

El séptimo secretario general de la ONU (1997-2006) indicó que, una vez se detenga la violencia, Siria debe encontrar "una solución pacífica que respete las aspiraciones del pueblo sirio" y después trabajar "para estabilizar el país".

"Además, hay una necesidad de diálogo entre todos los actores en Siria, que queremos que se inicie tan pronto como sea posible", añadió Annan, quien animó a toda la comunidad internacional a apostar por "una solución pacífica lograda mediante el diálogo por el bien de todos los civiles que están atrapados en el conflicto".

Annan reconoció que hace "un par de años" que no tiene contacto directo con el presidente sirio, pero indicó que su intención es pedirle "compromiso" hacia él mismo "y también con el proceso que se inicia hoy".

"Es un encargo muy difícil, un duro desafío", aseguró el diplomático africano sobre su nombramiento como enviado especial a Siria, un puesto para el que, según fuentes diplomáticas, fue elegido por las buenas relaciones que durante su mandato al frente de la ONU tuvo con los líderes árabes y el propio Al Asad.

De manera inmediata Annan tendrá que lograr la luz verde de Damasco para su visita al país, algo que por el momento no ha conseguido la subsecretaria general del organismo, Valerie Amos, que hoy mismo se mostró "profundamente decepcionada por no poder visitar Siria" pese al rápido deterioro de la situación humanitaria y las crecientes necesidades médicas y alimentarias de los sirios.

Entre tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU debatió la emisión de un comunicado para pedir a Damasco la entrada de Amos en el país y deplorar el deterioro de la situación humanitaria.

Fuentes diplomáticas dijeron a Efe que por ahora se pospone su aprobación ante las reticencias de algunos países como Pakistán, que consideró que es interferir en un asunto que tiene que ver con la emisión de visados y por lo tanto con la soberanía de los Estados.

Las mismas fuentes señalaron que esperan que el Consejo, cuya presidencia ocupa en marzo el Reino Unido, dé el visto bueno en los próximos días a ese comunicado, el documento de menor rango de cuantos puede emitir el máximo órgano de decisión de la ONU.

Otra fuente del Consejo dijo a Efe que se trabaja en la elaboración de "una resolución político-humanitaria" que exigiría a Damasco el acceso de los trabajadores humanitarios a las ciudades sirias asediadas y que una vez más pediría el fin de la violencia en un nuevo esfuerzo por condenar la violencia, después de que Rusia y China hayan ejercido ya su derecho a veto en dos ocasiones.