Por Diana Domínguez Galván
México, 15 Ene. (Notimex).- Bandas organizadas y fabricantes de joyería pirata en todo el mundo tienen en jaque a las casas de empeño en México, particularmente en relojería, lo que afecta los ingresos de esos centros de préstamo hasta en 0.5 por ciento al mes.
Ante esta realidad, las grandes perdedoras en el mercado son las casas de empeño que no tienen programas de capacitación y actualización de sus valuadores.
Aquellas que sí lo hacen, se han visto en la necesidad de realizar inversiones que ascienden hasta 350 mil pesos por valuador, a fin de evitar ser víctimas del delito.
Y es que por lo menos las casas de empeño de la Fundación Dondé, segundo lugar de participación del mercado mexicano por su nivel de clientes, registran en promedio 3.0 por ciento de la llegada de artículos "piratas" diarios en sus 401 sucursales.
Sin embargo, esas piezas son rechazadas por los valuadores que cuentan con capacitación.
Hay temporadas en que el problema de la "piratería" afecta a las diferentes casas de empeño, que optan entonces por unirse para enfrentar a las bandas que se diseminan por el país y fabrican piezas rellenas de plomo, u otros materiales, las recubren de oro y luego las empeñan.
En un recorrido por el centro de capacitación Chapultepec de la Fundación Dondé, en esta ciudad, la subdirectora de Valuación, María Esther Ruiz Jiménez, explicó que en el mercado de la relojería prácticamente todas las marcas son "pirateadas" o copiadas.
Así, las casas de empeño que no otorgan capacitación a sus valuadores están en grave riesgo de tener grandes pérdidas, por aceptar productos "pirata".
El riesgo se incrementa si se toma en cuenta que hay relojes originales con valor comercial de hasta medio millón de pesos, piezas por las que en el caso de la Fundación Dondé el préstamo otorgado al pignorante asciende hasta 70 por ciento de ese precio.



"Y si el valuador se equivoca y hace un préstamo por esa cantidad con un producto "pirata", la pérdida es para la casa de empeño, porque regularmente esos clientes no vuelven por su prenda".
Durante la plática con medios de comunicación, mientras un grupo de valuadores de Fundación Dondé tomaba cursos de actualización, la especialista explicó que cada vez es más difícil detectar los productos pirata, porque hay ocasiones en las que incluso sólo cambia un tornillo al momento del ensamble.
"Es terrible, tenemos que estar siempre en contacto con los productos originales y las innovaciones que hacen los fabricantes que principalmente son europeos, para conocer el producto original y aprender a detectar los piratas".
Refirió que, por ejemplo, en la marca de relojes Hublod, una de las más imitadas, existe un modelo de alto valor que sólo se detecta la falsificación al momento de desensamblarlo, porque el original lleva tres tornillos en el ensamble y el pirata sólo uno.
La actualización de los valuadores debe de ser constante, insistió, y abundó que en el caso de los relojes Cartier se aprendió a detectar el producto apócrifo porque la letra "r" estaba separada de la "t" en la marca, pero los fabricantes piratas ya lo corrigieron y hoy en día es más complicado detectar cuando es réplica del legal.
"En los cursos de profesionalización el valuador tiene que aprender a detectar incluso el grosor de las letras de los relojes originales, con lo que el riesgo se minimiza al máximo".
Fundación Dondé, preocupada por esta situación, es hoy la única casa de empeño en el país que ofrece cursos de capacitación de tres meses y profesionalización continua para sus valuadores, por lo que el riesgo de recibir productos pirata es mínimo.
El prestigio de la institución es para esa casa lo más importante, ya que en esa medida continuará con su crecimiento que en el año 2011 registró un millón 100 clientes y espera incrementar la cifra en un millón 500 mil para este 2012, con lo que hoy ocupa el segundo lugar en el mercado.
El presidente patrón de la Fundación, Eduardo Dondé de Teresa, explicó que los remanentes de la actividad del empeño se destinan a la ayuda en educación para niños de escasos recursos.
Además, otorga cada año mochilas y útiles escolares, dijo Dondé de Teresa y dio a conocer que la institución ha innovado "módulos educativos" en las escuelas de más bajos recursos en algunos poblados del país, con equipos multidisciplinarios que incentivan la inteligencia de los niños.
En esos 120 módulos que existen hoy en día con inversiones iniciales de 300 mil pesos y que se elevan hasta el millón de pesos por su alta tecnología; se ha incentivado el aprendizaje de unos 350 mil niños que habían dejado de estudiar porque no se les llegó a considerar aptos para ello.
Pero con herramientas tecnológicas en materias musical y de arte, "los niños más olvidados de este país ya pueden salir adelante y estoy seguro que van a ser la punta de lanza de la transformación nacional", dijo en una charla en el centro de capacitación.
Por eso, Fundación Dondé se ha fijado la meta de tener unos 500 módulos educativos y adelantó que ya participa en un programa con el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) para establecer estos centros de desarrollo del aprendizaje en las unidades habitacionales del organismo.
NTX/DDG/ERH