En México hay más casinos que universidades y escuelas de educación superior, según revela este lunes una investigación de Fabiola Martínez para el diario La Jornada.

Desde hace una década estos negocios han proliferado por todo el país, pues se han abierto tanto en municipios pequeños (menos de 100 mil habitantes) como en las principales ciudades.

Actualmente hay 341 casinos registrados ante la Secretaría de Gobernación (Segob), de los cuales sólo 260 están en operación, esto luego de que 20 establecimientos fueron clausurados recientemente por la autoridad local, 17 por la federal (Gobernación) y 44 fueron cerrados por voluntad de los dueños.

Mientras, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) tiene 180 afiliados.

Se lee en el diario La Jornada que la expansión de los casinos no tiene patrón definido, pues su presencia ha aumentado en las principales áreas turísticas del país, pero también en zonas fronterizas, en ayuntamientos ricos o pobres e incluso en regiones notablemente afectadas por el crimen organizado.

Aunque a la fecha la cifra de este tipo de negocios ha bajado (en 2005 había 434), el potencial autorizado ha crecidoCon la ley actual cada empresario recibe de Gobernación un permiso para abrir 855 de negocios, principalmente los denominados centros de apuestas remotas y salas de sorteo de números. Hace una década, los permisionarios podían, en conjunto, abrir hasta 798 negocios.

Los lugares con mayor número de estos centros de apuestas y entretenimiento son Tijuana, con 18; Mexicali, con 13; Hermosillo, 12; delegación Benito Juárez (DF), 11; Monterrey, 10, y Zapopan, 9.

La principal compañía dedicada a estos negocios en México es la española Codere, que cuenta con 16 mil 970 terminales de juego, 82 establecimientos, 73 puntos de apuesta y un hipódromo.

Esa firma española reportó en 2013 ingresos por casi 400 millones de euros. Desde 1998, estableció alianzas con Grupo Caliente (de Jorge Hank Rhon) y con la Corporación Interamericana de Entrenamiento (CIE).

Con información de Fabiola Martínez para La Jornada.