México.- Noroña acusó a un diputada del PAN, Adriana Dávila Fernández, de vínculos con la trata de personas durante su visita al estado de Tlaxcala el pasado viernes 4 de octubre.

El diputado del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña, comentaba sobre la trata de personas en la entidad, problema al cual definió como “gravísimo”, cuando aludió a la diputada sin mencionarla por su nombre:

“Me dicen que hay una diputada que fue senadora y que está vinculada a ese tema y ahí esa compañera nos sale más bocona que la chingada, no sé si es cierto o no, (…) más elementos para ponerle una chinga la próxima vez que abra la boca”

Gerardo Fernández Noroña

Sus declaraciones generaron un pronunciamiento por parte del Partido Acción Nacional (PAN) emitido desde la Secretaría Nacional de Promoción Política de la Mujer, quien reprobó las “declaraciones ofensivas” del petista.

“Demanda que se retracte de inmediato y pida una disculpa pública por las injurias y ofensas”

PAN

El partido señaló que las declaraciones eran graves por suponer una amenaza directa en contra de la integridad física de Adriana Dávila, por lo que la titular de la Secretaría Nacional adelantó que de ser necesario, presentaría una denuncia penal en contra de Fernández Noroña, por su llamado a “golpear a una mujer”.

La propia Dávila Fernández añadió que la declaración del diputado del PT en efecto, ponía “en riesgo mi integridad y la de mi familia” (sic), esto a través de su cuenta de Twitter.

En una conferencia de prensa, legisladores de diferentes partidos respaldaron a Adriana Dávila y reiteraron su petición de que otorgue una disculpa a la diputada por sus expresiones que suponen una violencia de género.

“En las próximas horas solicitaré formalmente la protección de las autoridades locales y federales para evitar que sus expresiones y amenazas afecten nuestra seguridad”

Adriana Dávila

La panista acusó a Noroña de recurrir a las ofensas, amenazas y difamación para ganar notoriedad, dañando mientras a otros actores políticos mientras sus mensajes “suben de tono”, recalcando que la mayor parte de sus ataques se dirigen contra las mujeres, lo cual supone un tipo de violencia política de género.