Tijuana, 25 Feb. (Notimex).- La tradición oral en ocasiones ha permitido la transmisión de algunos métodos poco recomendables para tratar de preservar la salud de los recién nacidos, que no pocas veces resultan contraproducentes.

Se trata de los mitos que giran en torno al cuidado de los infantes y que por generaciones se han heredado, falsas creencias respecto a la salud de los recién nacidos y que en opinión de los expertos deben de erradicarse para evitar complicaciones severas.

Mitos como el vendaje en la hernia umbilical de los menores o la administración de té para calmar el llanto, son los más frecuentes que observan los especialistas en pediatría cuando acuden las madres de familia a consultarlos.

Según el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del Hospital General de Tijuana (HGT), Oscar Armenta Llanes, es durante la consulta pediátrica cuando se observa la práctica de remedios caseros para los recién nacidos.

Este aparente cuidado de la salud del neonato es el que un gran porcentaje de la población utiliza para su cuidado, especialmente en lo que se refiere a las formas de alimentación, tratamientos ante fiebre o llanto, entre otras.

Sin embargo, según el neonatólogo, estas prácticas, que no son exclusivas de algún sector social específico, deben de ser erradicadas para evitar complicaciones severas en los menores, pues pudieran ocasionarles lesiones o infecciones.

Señaló que debido a la importancia de mantener un vínculo entre el médico y la población, sobre todo los nuevos padres de familia, es necesario proporcionarles educación y orientación, como la mejor herramienta para evitar estas prácticas.

El especialista señaló una serie de mitos y la recomendación para evitar posibles daños con su aplicación, tales como la creencia de que sobar puede quitar el hundimiento de la mollera.

Al respecto, explicó la probabilidad de una lesión en el paladar o hemorragia cerebral, ?el hundimiento de la fontanela se presenta en caso de deshidratación por vómito o diarrea? y se debe acudir con el pediatra para su valoración e hidratación.

Respecto a la creencia popular de que ?es malo que el niño puje?, dijo que al suministrarle té o aceites puede ocasionar diarrea severa, pues el pujido es un reflejo normal en los menores que permite aumentar la presión del abdomen o ayuda a relajarse.

Otro mito, refirió, es que cuando salen los dientes causa diarrea, al respecto aseguró que automedicarse puede ocasionar daño intestinal o neurológico, pues la dentición no está relacionada con la fiebre o la diarrea.

El médico desmintió que un niño gordo sea saludable, y aclaró que la obesidad infantil puede ocasionar enfermedades crónicas cono diabetes, hipertensión o problemas ortopédicos, por lo que se le debe suministrar una alimentación balanceada y ejercicio.

Detalló que colocar vendas, curitas, ungüentos, algodón, ajo u otros puede causar infección o lesiones, los vendajes no evitan la hernia umbilical; el muñón umbilical tarda entre una o dos semanas en desprenderse y la hernia hasta dos años en cerrarse.

Si un infante no es vacunado, antes del año de edad puede adquirir enfermedades prevenibles o fallecer, la vacuna evita miningitis, rotavirus, tosferina, infecciones por neumococo, polio, sarampión, rubéola, entre otras, por lo que es necesaria.

Una creencia arraigada es que acostar boca abajo al bebé evitará problemas de atragantamiento o que descansa mejor, en la posición cúbito ventral (boca abajo) se relaciona con muerte súbita, la posición cúbito dorsal (boca arriba) es mejor, dijo.

El neonatólogo refirió que lo más recomendable es que un pediatra supervise el desarrollo y crecimiento de los infantes desde su nacimiento y acudir al especialista cada mes primero, luego cada tres meses y posteriormente cada seis.

NTX/MRP/GPG