Roma, 24 feb (EFE).- El diseñador Roberto Cavalli reinterpreta la moda de los sesenta y los setenta, y Moschino apuesta por prendas con un aire militar aunque sin perder la ironía, en sus propuestas para el próximo otoño-invierno, presentadas hoy en la Semana de la Moda Femenina de Milán.

El diseñador toscano evoca así para su firma joven, Just Cavalli, las líneas de la moda de la Londres de los Beatles y los Rolling Stones, con vestidos por encima de la rodilla, faldas plisadas y pantalones de vinilo.

Tampoco deja de lado Cavalli las mallas, que combina con jerséis largos a los que superpone casacas de lamé y vestidos adornados con lentejuelas.

Sin embargo, el modisto imprime su estilo más tradicional en los estampados, en los que recupera los motivos animales y en los que el dorado y el plateado se confirman como imprescindibles para vestirse con la llegada del frío.

Los abrigos se benefician de esos estampados para otorgar feminidad y un toque más agresivo a estas prendas, con las que se envuelve el cuerpo de la mujer sin evidenciar sus formas.

De igual modo, la marca Cavalli se adivina en los accesorios, con zapatos de tacón de aguja altísimos y botines decorados con incrustaciones o con un material trabajado para lograr un efecto de encaje.

Moschino, por su parte, presenta una colección con modelos que evocan los uniformes de los oficiales militares con líneas rectas para sus chaquetas y sus faldas versátiles, que propone en diferentes largos aunque siempre por encima de la rodilla.

Chaquetas y capas cortas se adornan con solapas y botones dorados que conceden ese aire marcial a la propuesta, y se combinan con pantalones estrechos en los que se juega con los colores, con formas cuadradas y rectangulares distribuidas en bandas que permiten combinar tonalidades como el lila y el rojo con el blanco y el negro en una misma prenda.

Un estampado geométrico que también es válido para las faldas, mientras en los vestidos se apuesta por prendas lisas en las que cobran protagonismo detalles como las solapas o los bolsillos, que se presentan en un color que contrasta con la tonalidad del resto de la prenda.

El blanco y el negro son dos básicos de esta colección, que sin embargo acoge también colores llamativos como el fucsia, el calabaza o el rojo.

Para la noche, Moschino propone su toque más descarado con prendas satinadas y combinaciones atrevidas, que incluyen faldas en tul estilo "tutú", que se coordinan con prendas de cuero en las que no faltan visibles símbolos de la paz.

Los complementos son otra de las claves de las propuestas de la casa de moda milanesa, que para el próximo otoño-invierno apuesta por bolsos de cuero acolchado con asas de cadena que se presentan en todos los tamaños y colores, así como otros lisos en los que se combinan dos tonalidades contrastadas.

Pendientes y brazaletes completan la imagen de la mujer Moschino, que juega con las prendas para dar una imagen de seriedad alegre.