México.- Dentro del actual contexto de violencia feminicida en México, especialistas explicaron la importancia que ha tenido a lo largo de los últimos 20 años, generar mapas para focalizar los territorios con mayor incidencia de feminicidios y de esa manera, apoyar a los gobiernos a generar políticas públicas de prevención y atención.

Cruces en Ciudad Juárez.

Así lo expresaron durante la mesa de debate llamada Mapas de feminicidio: ¿Realidad o representación? del Foro Reflexiones actuales sobre feminicidio, que se llevó a cabo en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM este 23 de agosto.

La mesa de análisis inició con reflexiones sobre la necesidad de mapear los casos desde que se comenzó a nombrar el feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua, y cómo se continúa haciendo en la actualidad a pesar de los pocos avances en cuanto a transparencia y calidad de datos por parte de las dependencias públicas, principalmente fiscalías.

De esta manera, el investigador Luis Cervera, del Colegio de Chihuahua (COLECH) señaló que elaborar mapas del feminicidio es analizar el fenómeno social dentro de un contexto espacial para poder plantear hipótesis correctas y posibles soluciones, siempre y cuando se implementen en el momento de ocurrencia.

Los mapas ayudan a entender el problema

Por su parte, Mariana Solano de Data Cívica, explicó que con base en metodologías generadas por organizaciones de la sociedad civil, se ha conseguido sistematizar el feminicidio a pesar de las diferencias que se mantienen en el sistema de justicia con la tipificación de este delito, pues un feminicidio en el Estado de México no será lo mismo en Baja California Sur.

Al respecto, Isabel López Padilla, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONU-DC) dijo que los datos de este fenómeno y en general de la violencia contra las mujeres, aporta a los gobierno la información necesaria para toma de decisiones en materia de política pública.

Lucía Damián, doctora de geografía y profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, recordó que uno de los primeros esfuerzo por mapear este fenómeno fue dentro de la Comisión del Feminicidio de la Cámara de Diputados en 2006, que fue la base para la reforma y creación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en 2007.

Gobiernos no atendieron el feminicidio

Una denuncia que surgió dentro del debate fue que los gobiernos que recibieron recomendaciones por parte de académicos, investigadores u organizaciones en diferentes años, no han aceptado las cifras ni implementado políticas públicas en el momento, lo que ocasionó que los feminicidios continúan a la alza.

“Lamento que las recomendaciones no se utilizaron para implementar acciones preventivas en su momento. También señalar que no ha habido más avances que la georreferenciación, aunque sí se ha podido relacionar al feminicidio con la marginación urbana, déficit de infraestructura urbana, escolaridad, densidad de poblaciones, pobreza, bienestar, entre otros”.

Luis Cervera

Los especialistas apuntaron que entre los avances están la relación entre víctimas y victimarios, las causas, el lugar de hallazgo del cuerpo, las condiciones económicas de las víctimas y demográficas de las zonas, mismas que se ubican como las más probables donde pueden suceder los feminicidios.

“No hay un análisis correcto de los datos debido a la discrepancia de clasificación del delito, por lo que si queremos conocer la magnitud violencia feminicida, debemos entender que nos dicen los datos y hacerlos comparables en tiempo y espacio. También hay que mejorar los criterios para tipificar un feminicidio, un control efectivo de armas, desmilitarización de la seguridad”.

Mariana Solano