Bogotá, 26 feb (EFE).- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron hoy que proscriben la práctica del secuestro en el país y que pondrán en libertad de manera conjunta a los diez militares y policías que siguen en su poder como rehenes.

 

Los anuncios aparecen en una declaración pública que el Secretariado del Estado Mayor Central del grupo rebelde fechó en las "montañas de Colombia" y divulgó por su sitio en internet.

 

"Anunciamos también que a partir de la fecha proscribimos la práctica de ellas (las retenciones de personas") en nuestra actuación revolucionaria", informaron las FARC, y anotaron que la decisión los obliga a derogar un "ley" rebelde de 2000 sobre su financiación con el secuestro de civiles.

 

El fin del secuestro como arma política era una de las peticiones que el colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), encabezado por la excongresista Piedad Córdoba, les había formulado de manera reiterativa a los rebeldes.

 

Córdoba y el grupo civil CCP mantienen desde hace más de tres años un intercambio epistolar con los rebeldes que ha permitido la puesta en libertad de manera unilateral de una veintena de rebeldes y, ahora los dos compromisos finales de ellos sobre las retenciones.

 

En la misma declaración, las FARC precisaron que han aceptado liberar a los diez militares y policías que mantiene cautivos, y no solo a los seis que había comunicado previamente.

 

Los uniformados, todos ellos con más de doce años en cautiverio, son los últimos que les quedan a los insurgentes como rehenes, condición en la que mantuvieron en algún momento a más de cincuenta políticos, militares, policías y tres estadounidenses, que pretendieron canjear sin éxito por medio millar de rebeldes presos.

 

Las FARC dijeron que agradecen y aceptan "sin vacilación" que el Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ponga a disposición los medios logísticos para la misión humanitaria de entrega de estos cautivos.

 

"Queremos manifestar nuestros sentimientos de admiración para con los familiares de los soldados y policías en nuestro poder", expresó el mando central guerrillero, que pidió a la portavoz de estos allegados, Marleny Orjuela, que "acuda a recibirlos en la fecha acordada", que no se conoce de manera pública.

 

Los rehenes por liberar serán los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcía, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza, y los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina.

 

Son uniformados que fueron tomados cautivos en asaltos realizados por los rebeldes entre 1998 y 1999, en los peores años de la actividad de las FARC, en armas desde 1964.

 

En la lista de rehenes también aparece Luis Eduardo Peña, subcomisario de la Policía Nacional y de quien se desconoce si sigue con vida.

 

Tanto las FARC, como la excongresista Córdoba, han insinuado que Peña murió en cautiverio.