México.- Hasta que la dignidad se haga costumbre. Así fue nombrada la exposición fotográfica que se inauguró esta tarde, para conmemorar el 30 aniversario del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM.

Durante estas tres décadas, el Centro Prodh ha contribuido con la búsqueda de verdad y justicia y lo transmite a través de fotografías memorables que rescatan su labor en la defensa de los derechos humanos.

En el evento de inauguración, el director fundador de esta institución, Jesús Maldonado, destacó que la exposición es relevante porque “es la obra de derechos humanos de los jesuitas en México”, ya que fue un 25 de octubre de 1988 que un grupo de este orden fundó el Centro.

Y es que las imágenes reflejan los rostros de humildad, firmeza, dolor, lucha de las víctimas que el centro de derechos humanos ha acompañado. Desde la primera gran batalla por jóvenes pescadores de Guerrero que fueron condenados a 23 años de cárcel por el supuesto asesinato a una pareja en Acapulco, hasta la incansable lucha de Ayotzinapa.

Pasaron por las masacres de Aguas Blancas y Tlatlaya, los hechos ocurridos en Atenco, y por todas las graves violaciones a los derechos humanos que han cimbrado a la sociedad mexicana.

Hasta que la dignidad se haga costumbre también es una advertencia. El equipo del Centro Prodh se encuentra decidido para seguir con la defensa de los grupos más vulnerables, esos que tienen que llegar a instancias internacionales para que el Estado mexicano los voltee a ver, ellos que son la razón del trabajo de esa institución.

La exposición está conformada por imágenes rescatadas de los archivos hemerográficos de varios medios de comunicación y agencias. También por importantes portadas de periódicos que, en su momento, fueron trascendentes para posicionar el tema de los derechos humanos en México.

Los retratos de Ildefonso Zamora, de la hija de Jacinta Marcial y de Joaquina García, representan la lucha incansable por alcanzar la justicia. Luego, una serie de fotografías que reflejan el largo camino en la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, sus padres, las marchas, la postura del gobierno.

Otras fotos muestran la batalla que por 12 años mantuvieron las valientes mujeres de Atenco hasta conseguir una sentencia en contra del Estado mexicano por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por lo hechos ocurridos en San Salvador Atenco el 3 y 4 de mayo de 2006. Una masacre más: Tlatlaya, ese junio de 2014.

Una serie más que retrata el sufrimiento de la desaparición forzada en México: María Herrera, quien busca a cuatro de sus seis hijos en fosas clandestinas. O Rosario Ibarra, la fundadora del comité Eureka e incansable defensora.

Esta exposición fotográfica demuestra que en 30 años las violaciones a los derechos humanos no han cesado, y que se necesitan de organismos como el Centro Prodh, para contrarrestarlas, para acompañar a indígenas, estudiantes, campesinos, madres, mujeres, desaparecidos. Ellos son los que conforman la exposición y los que cada dia se levantan para seguir luchando.

El director del Centro Prodh, Mario Patrón, refirió que con esta puesta artística se busca “honrar a esas mujeres y esos hombres. Intentamos retratar aquellas historias que han marcado la identidad del Centro”.

La fotografías se exhibirán en el Centro Cultural Universitario hasta el 25 de marzo.