Ginebra, 28 feb (EFE).- Cerca de 450 elefantes fueron matados recientemente por cazadores furtivos en el parque nacional Bouba Ndjida, en el norte de Camerún, denunció hoy el organismo responsable de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Salvaje (CITES).

Esa matanza masiva de paquidermos no es un suceso aislado y forma parte de "una tendencia que se ha detectado últimamente en varios países, donde cazadores dotados de armamento sofisticado diezman la población de elefantes", según el director general de la CITES, John Scalon.

Los elefantes son codiciados por el marfil de sus colmillos, que no sólo se cambia por dinero, sino también por "armas y municiones destinadas a conflictos en países vecinos", dijo el responsable del organismo, dependiente de la ONU.

Aunque el aumento de la captura de elefantes ha sido dramático en Camerún, los otros 38 estados africanos que tienen poblaciones de estos animales también están concernidos.

"Se ha reportado que los elefantes han sido masacrados por grupos procedentes de Chad y Sudán en las últimas semanas, aprovechando la temporada seca", de acuerdo con la información recogida por la CITES, que tiene sus oficinas en Ginebra.

La Secretaría de la CITES indicó que está en contacto con los ministerios de Bosques y Vida Silvestre de Camerún, Chad, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo y Sudán para ofrecerles cooperación y ayudarles a reprimir la caza ilegal y el tráfico transfronterizo.