* Llaman a aprobar la Ley de derechos culturales de los pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México

México, 28 Feb. (Notimex).- Cuauhtémoc, el último emperador azteca, fue recordado hoy aquí a los 487 años de su muerte por las autoridades capitalinas, como uno de los héroes que le dieron cimiento a la nación mexicana, un gran guerrero, pero sobre todo, como símbolo de la resistencia del pueblo a la invasión española.

Durante una ceremonia celebrada al pie de su estatua, que se erige en el cruce de Avenida Insurgentes y Paseo de la Reforma, en esta ciudad, la presidenta del Consejo de los Pueblos y Barrios Originarios del Distrito Federal, Fabiola Poblano Ramos, recordó brevemente la vida de tan destacado personaje.

Mencionó que durante la conquista (1521), Cuauhtémoc se dio a la tarea de reorganizar el ejército mexica, reconstruir la ciudad y fortificarla para la guerra contra los españoles, pues suponía que éstos regresarían a pelear contra ellos.

?Envió embajadores a todos los pueblos solicitando aliados, disminuyendo sus contribuciones y aún eliminándolas para algunos. Los españoles regresaron un año después de haber sido expulsados y con ellos venía un contingente de más de 100 mil aliados indígenas, la mayoría de ellos tlaxcaltecas, históricamente enemigos de los mexicas.

?Después de sitiar Tenochtitlán por 90 días, el 13 de agosto de 1521, los españoles, que eran comandados por Hernán Cortés, lo capturaron en Tlatelolco?, recordó.

En su intervención, afirmó que quienes gobiernan tiene una deuda histórica con ?sus pueblos, representados hoy en la figura de Cuauhtemoc?.

?Hoy tenemos devastación, discriminación, tierras perdidas?, señaló al mencionar una serie de problemas que amenazan a los pueblos originales, a sus tierras y a sus culturas ancestrales.

En ese sentido, Poblano Ramos llamó a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para que apruebe la ley de derechos culturales de los pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México.

Consideró que son los pueblos, barrios y comunidades indígenas los que hacen ahora la riqueza de esta ciudad, y ?punta de lanza para un nacionalismo real y una identidad que requieren hoy nuestros jóvenes, y no una impuesta?.

En ese sentido, señaló que Cuauhtémoc no solo fue un gran guerrero, sino que a su corta edad supo entender el valor de la historia por la dignidad del pueblo.

Enseguida, Poblano y funcionarios del gobierno capitalino depositaron un arreglo floral y montaron una guardia de honor en el monumento a Cuauhtémoc.

Después, un grupo de danzantes con penachos y taparrabos efectuó una serie de danzas al ritmo del tambor, el caracol y el aroma a copal.

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