México.- Debe investigarse a quiénes pertenecen los más de 63 mil fragmentos óseos que se recuperaron tanto en el basurero de Cocula, Guerrero, como en el río San Juan, y que se encuentran bajo resguardo de la Procuraduría General de la República (PGR).

Así lo subrayó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que en los últimos días ha estado en el ojo del huracán tras afirmar en su recomendación que sí hubo un incendio en el basurero de Cocula donde se hallaron por lo menos 19 restos óseos.

Ante las severas críticas, en particular de los padres de los normalistas, así como de las organizaciones que los acompañan e investigadores, la CNDH emitió una serie de consideraciones, entre las que rechazó que su investigación avale la llamada “verdad histórica”.

Sin embargo, dijo que se debe investigar a quiénes pertenecen los fragmentos óseos recuperados.

“Para la CNDH, la verdad en el caso Iguala es una y no admite adjetivos que condicionen o determinen su contenido, el cual debe estar sustentado en la evidencia objetiva y verificada de hechos, no así en opiniones o pareceres, ni sujeta a coyunturas o intereses políticos ni de ninguna otra índole. Este organismo nacional no avala la denominada teoría de la ‘verdad histórica’, pero también sostiene que las críticas y cuestionamientos que se hubiesen hecho en contra de esa u otras teorías no pueden implicar que las posteriores investigaciones partan de un sesgo inicial o premisa de descartar cualquier elemento que tuviera relación o estuviera vinculado con las mismas, si encuentran sustento en la adminiculación de pruebas y elementos objetivos de convicción”.

De acuerdo con el organismo, cualquier irregularidad u omisión que se compruebe que hayan cometido las autoridades que conocieron del caso en la obtención de los fragmentos óseos aludidos, implicaría la comisión de delitos o la apertura de nuevas líneas de investigación que tendrían que ser desahogadas con independencia de que se determine si esos restos corresponden o no a los normalistas.