México.- A partir del primero de julio, Andrés Manuel López Obrador ha sido el presidente electo que mayor incidencia y actividades ha desarrollado en la historia democrática del país. De hecho, se puede decir que ha sido prácticamente el presidente en funciones desde hace ya algunos meses. A partir del 1° de diciembre, lo será de manera constitucional. 

Con base en toda la actividad realizada por López Obrador, Opinión Pública, Marketing e Imagen y Social Research Solutions, realizaron el 25 de noviembre con un universo de 800 encuestas telefónicas con un margen de error estadístico del +/- 3,4%, la siguiente pregunta:

El 35.6 por ciento tiene una opinión muy buena de López Obrador, seguida por el 34.5 por ciento como buena; el 7 por ciento de los encuestados se pronunció por mala y muy mala un 8.6% por ciento. Mientras que el 14.3% de los encuestados dijo no saber.

Sumando las dos evaluaciones positivas (muy buena y buena) los encuestados le dan una opinión favorable del 70.1 por ciento y negativa (mala y muy mala) del 15.6%. En el mismo sentido, no deja de ser importante el 14.3% de los que no emitieron postura.

Argumentando sobre las razones que podrían explicar un incremento en la popularidad de Andrés Manuel López Obrador con respecto a los resultados arrojados en las pasadas elecciones del 1 de julio, podemos aventurar las siguientes hipótesis:

- Una parte importante de la población está contenta y comparte un tono festivo, incluso de “revanchismo”; esto es, está de acuerdo con las acciones y el anuncio de decisiones que el presidente electo ha tomado, con el apoyo del Congreso, dirigidas contra procesos y dinámicas asociadas al gobierno saliente, políticos de distintos ámbitos e incluso sectores de la clase empresarial, independientemente de las consecuencias -buenas o malas-, que estas puedan tener.

- Gran parte del electorado ve a la administración entrante aún como oposición y no como aparato gubernamental en funciones y, por lo mismo, le otorga aún un periodo de gracia a López Obrador para comenzar a calificar acciones asociadas a su gestión. Es previsible que ese “bono” lo pueda conservar incluso algunos meses más ya entrada la nueva estructura gubernamental por parte del ejecutivo federal.

- El porcentaje de los encuestados que dijeron no saber o no quisieron dar su opinión es casi del 15% y estos también pueden ofrecer otro tipo de lecturas. Además no se puede soslayar que existe un marcado desencanto por una parte minoritaria de los ciudadanos, aquellos que tienen una mala o muy mala opinión.

Los resultados de esta encuesta parecen apuntar que sus decisiones, como la cancelación del NAICM, pudieran (o no) tener un alto costo económico, pero esa incertidumbre no se traduce en costos políticos. Lo mismo puede decirse para la decisión controversial de mantener al Ejército en las calles; controversial porque fue de lo más criticado con Enrique Peña Nieto y no afecta a la opinión favorable que se tiene de López Obrador.

Cabe mencionar que AMLOVEmetrics realizó la misma pregunta la noche del 1 de julio, y esperamos poder seguir realizándola en diferentes momentos de la administración que está por iniciar.

Las mediciones de AMLOVEmetrics continuarán en SDPnoticias.