Académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México evidenciaron que el suelo donde se construye el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) se hunde a un rango de 40 centímetros por año.

Esta cifra es significativamente mayor a la tasa de hundimiento en la Ciudad de México, explicó la investigadora del Centro de Geociencias de la UNAM, Dora Carreón Freyre, por lo que “es el peor lugar en el que se puede construir un Aeropuerto”.

Los materiales del subsuelo son excesivamente comprensibles, al ser arcillas no muy bien cristalizadas, conocidas como jaboncillo, que absorben hasta 500 por ciento su volumen de agua. Esto provoca que el suelo de la Zona Federal del Ex Lago de Texcoco sea altamente inestable.

Incluso, las arcillas no mantendrán el mismo comportamiento que hoy en 10 años, por lo que se tendrá que dar mantenimiento más de una vez al año, contrario a los 8 años que plantean los estudios que avalan la construcción del NAICM.

“El suelo de Texcoco no sólo es el menos apto, es el peor suelo en el que podrían construir un aeropuerto; una obra de este tipo requiere un suelo más sólido,  firme y esta área es demasiado inestable para una edificación de esa magnitud”, afirmó.

En cuanto al agua subterránea en la zona, no existen estudios que demuestren ni el comportamiento en la zona del NAICM ni en Santa Lucía.

Un informe entregado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México, la Academia de Ingeniería de México y la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros exhortó a AMLO a proseguir con el NAICM, basándose en los estudios ya existentes y en que “ya se avanzó en el proyecto”.

Esto pese a que reconocen que los costos aumentarán considerablemente, cuando ya alcanzan los 300 mil millones de pesos.