México.- El precandidato presidencial de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, prometió cambiar sus hábitos alimenticios por salud.

Durante un diálogo con militantes de Nueva Alianza en Acapulco, Guerrero, admitió que es consumidor de la llamada "comida chatarra" y reconoció que llevar una dieta es una tarea difícil. 

"A mí también me pasó eso de quererme comer al mundo, y lo malo es que no lo he dejado de hacer, ya me han recomendado que me ponga a dieta", dijo el extitular de la Secretaría de Hacienda, cuyo comentario causó la risa de los presentes. 

“Y lo malo de cuando uno dice que le gustan los Chocorroles y las papitas adobadas y las Chips Fuego es que ahora me las encuentro en todos lados. A donde voy pasando alguien me quiere regalar una u otra. Y la verdad que es bastante mejor a que me regalen zanahorias, pepinos y jícamas", comentó. 

De acuerdo con Meade Kuribreña, su esposa, Juana Cuevas, se empeña en que el precandidato presidencial lleve una alimentación más sana.

"Voy a empezar a decir que me gustan las zanahorias, los pepinos y las jícamas para poder cumplir el compromiso de esa dieta balanceada que Juana pretende imponerme", bromeó.

En el encuentro con la militancia del Panal, los participantes, la mayoría estudiantes y maestros, le preguntaron cómo se había enamorado de su esposa Juana, cómo se habían sentido al estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y hasta cuál es su comida favorita.