México.- Hay una fábula que habla de un pajarito que cree poder apagar un incendio en el bosque con el agua que carga en el pico. Así es la historia de Arturo Malvido Conway, un activista independiente conocido como “El Árbol”.

Malvido Conway es un ciudadano mexicano de madre estadounidense que bien podría estar del otro lado de la frontera sin mayor problema, pero está del lado mexicano y protesta por una causa personal: la falta de justicia en la investigación por la muerte de su hermano; pero también por un derecho de todos: la libertad.

A su parecer, la libertad de los ciudadanos mexicanos está en riesgo si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no da marcha atrás a la Ley de Seguridad Interior. Por eso tramitó de manera individual un recurso para exigir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que promueva una acción de inconstitucionalidad contra la nueva legislación. 

En los últimos días han desfilado legisladores de oposición y se espera que algunas organizaciones promuevan este recurso ante la SCJN.

“La metí como particular ante la indefensión de los que nos espera. La metimos a la Suprema Corte y aquí está la otra que metimos (ante la CNDH)”, habla en entrevista con SDPnoticias al exterior de la Corte donde se manifestó con otros ciudadanos. Le dicen “El Árbol” porque está vestido como uno, tiene la cara verde y hojas pegadas en la ropa, ya que es activista en favor del ambiente también.

El requerimiento que realizó es para que el comisionado Luis Raúl González Pérez promueva ante la Corte una acción de inconstitucionalidad contra la recién aprobada ley.

Consideró que es impensable que se vea atacada la libertad de tránsito y “que se metan a tu casa", dijo "eso es grotesco”.

En tanto, seguirá su petición de justicia por la impunidad que rodea el asesinato de su hermano Rafael -perpetrado en 1997-, pero también de muchas otras causas que considera son un atropello contra la sociedad civil.

A mi hermano lo asesinaron hace 20 años. Salió hasta el tipo que lo había matado, resulta que hasta había asesinado a un juez, pero estás en el país de la impunidad, donde todo se disculpa, donde a los criminales los encubren. ¿Por qué encubrir a alguien? Nosotros estamos aquí y estamos dando la cara”.

Arturo Malvido Conway es de madre estadounidense y podría estar de aquel lado de la frontera, pero es un árbol enraizado en México en una lucha que bien podría ser de todos: la añorada libertad.