México.- Las estampas de extrema violencia que se han vuelto cosa común en México desde la puesta en marcha de la “Guerra contra el Narco” de Felipe Calderón y la continuación de esta ofensiva de su sucesor, Enrique Peña Nieto, han sido retomadas por el prestigiado diario norteamericano, el New York Times.

Para muestra está el caso de Colima, una entidad que pasó de ser de las más seguras del país, a una de las más violentas.

“El año pasado, Tecomán fue de los municipios más mortíferos de México, con una tasa de homicidio de 151.8 por cada 100 mil habitantes, según un análisis independiente de datos oficiales. (El promedio para todo Colima fue de 42.12 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes y el promedio nacional, de 16.81, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública). La cifra de Tecomán bien podría aumentar al doble este año, lo que lo vuelve uno de los ejemplos más claros de una crisis nacional”, señala la investigación realizada por Azam Ahmed.

Con estas cifras, “México se acerca  a su momento más mortífero en décadas: más de 100 mil muertes, 30 mil desaparecidos y miles de millones de dólares en la hoguera de la lucha contra el crimen organizado”.

Por si fuera poco “en los primeros seis meses de este año ya se han dado más homicidios a nivel nacional que en el mismo periodo de los últimos veinte años, cuando empezaron los registros”, señala el artículo.

Parte del problema consiste en que la administración actual subestimó la problemática que se vive en nuestro país.

“El gobierno de Peña Nieto subestimó muy seriamente, o malentendió, la naturaleza del problema que vivía México”, señaló David Shirk, profesor de la Universidad de San Diego que ha estudiado la guerra contra el narco. 

“Pensaron que con usar mercadotecnia cambiarían la conversación y enfocarían la atención de la gente en todas las cosas buenas que estaban pasando para alejarla del problema de violencia que pensaron era exagerado”.

De acuerdo al diario, las  propias cifras del gobierno mexicano sobre incidencia delictiva por mes, cuyos registros comenzaron en 1997, sugieren que hay un camino difícil por delante. 

Mayo y junio pasados rompieron récords de homicidios dolosos en comparación con las últimas dos décadas”, señala el texto.

“El número total de homicidios de todo México también va en ascenso; ahí también mayo y junio rompieron récords. Este año se encamina a ser el más mortífero desde que hay registro, que comenzó en 2014”, concluye la investigación.