México, D.F.- El diario Reforma tuvo acceso a la historia de la creación del grupo delictivo conocido como La Mano con Ojos, y da cuenta de ello este viernes.

Según el rotativo, la noche del 15 de mayo de 2010, una junta de narcos huérfanos del Cártel de los Beltrán Leyva tuvo lugar en un lujoso departamento en Acapulco.

En esa reunión estuvieron el ex policía federal Eznel Cortés Jiménez y Óscar Osvaldo García Montoya, conocido como "El Compayito".

Su plan: controlar la plaza del Valle de México y reestructurar una organización que estaba desorganizada. Bajo esa idea, en dicha junta, nació La Nueva Administración, que daría inicio a una ola de ejecuciones en la Zona Metropolitana del Distrito Federal.

Según revela Reforma, esos detalles quedaron asentados en la causa penal 33/2011, que sigue el proceso contra García Montoya, detenido en agosto de 2011.

El cuatro de octubre de 2010, detalla el diario, hubo otra reunión en un rancho propiedad de Cortés Jiménez, en Pedregal de San Nicolás, Tlalpan.

En esa segunda reunión se definió el primer golpe: asesinar a Los Oaxacos, una familia que distribuía cocaína en la zona del Ajusco y que no quería colaborar con ellos.

Los operadores de "El Compayito" reclutaron sicarios, narcomenudistas y pandillas del área con el fin de engrosar las filas de La Nueva Administración.

Así surgió, precisa Reforma, La Mano con Ojos, organización criminal a la cual se le atribuyen más de 60 ejecuciones.

Esa noche, la del cuatro de octubre, un convoy de camionetas se apostó sobre la "Y" de la carretera Picacho-Ajusco para vigilar los accesos al rancho, que fue rodeado por vehículos en los que iban varios sujetos armados, equipados con radios con frecuencias policiales.

La junta se extendió, dice Reforma, mientras los vigilantes consumían bebidas embriagantes y se divertían disparando al señalamiento vial de la "Y".

Según declaraciones de García Montoya , la droga que distribuían era conseguida por un contacto colombiano que heredó de su ex jefe, Gerardo Álvarez Vázquez, "El Indio".

La droga era almacenada en casas de seguridad, en Morelos, y transportada al sur del DF a través de policías federales adscritos a la autopista y agentes judiciales por la carretera, quienes supuestamente eran pagados por Cortés Jiménez.

"De las 'oficinas' (casas de seguridad) se pasaba (la droga) en vehículos oficiales allá a la zona del Ajusco, de todo eso se encargaban otras gentes, ya acá yo ordenaba directamente que cada jefe de plaza mandara a alguien a recoger su parte; llegaban yo creo unos 10 o 15 kilos a la semana", precisó García Montoya.

Tras dar muerte a Los Oaxacos, los operadores de "El Compayito" comenzaron a reclutar sicarios, narcomenudistas y pandilleros locales como Los Cholos, revela el rotativo, con el fin de engrosar las filas de la banda. Para ese momento, formaban parte de la organización desde adictos que cobraban "en especie" hasta lavacarros.

“El Compayito” declaró que antes de que fueran perseguidos por las autoridades, solían ir a un bar-rodeo sobre la carretera Picacho-Ajusco.

En aquel comercio, y tras enemistarse con un ex miembro del cártel de Los Zetas, llamado Emilio Chamorro Almazán, quien participó en la matanza de Los Oaxacos, decidieron separarse de él y llamarse La Mano con Ojos.

Significado

La Mano con Ojos, según García Montoya, indicaba que todo lo veían y oían, y era una forma de amedrentar a grupos antagónicos.