México.- Indignación es el sentimiento que aqueja a José Benítez, padre de uno de los jóvenes desaparecidos en Veracruz en enero de 2016, por el actuar de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hacia los presuntos delincuentes.

A un año de que su hijo junto con otros cuatro jóvenes, originarios de Playa Vicente, desaparecieron en Tierra Blanca, el organismo dejó de atender el caso, y los gobiernos estatal ni federal no se han comunicado con la familia.

"No tenemos atención por parte de nadie, estamos como el primer día", externó Benítez, en entrevista con Ciro Gómez Leyva, en Por la Mañana.

"La Comisión Nacional de Derechos Humanos no defiende a víctimas, usted necesita ser un delincuente para que ella se enfrente ante el estado y demuestre un error de la policía para poder declarar que aquel detenido es inocente. Ellos en las víctimas no se fijan. Ellos se fijan en los delincuentes detenidos, buscar un error de la policía para poderlos liberar. Ellos están completamente a lo que se dedican, defender delincuentes más no víctimas", reclamó.

En este sentido, dijo, los funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) y la CNDH necesitan estar en su camisa para que den resultados.

"Yo no sé hasta qué grado PGR necesita pruebas para poder decir ' sí existe la delincuencia organizada' , quizá necesiten estar en mi camisa y vean lo que se siente", externó.

Benítez sostuvo que para que se haga justicia, es necesario que la PGR declare delincuencia organizada para que los detenidos salgan de los penales estatales y entren a los federales, y aumente su sentencia aumenta "y nosotros quedaríamos más tranquilos". 

El 11 de enero del año pasado, Mario Arturo Orozco Sánchez, de 27 años; Alfredo González Díaz y Bernardo Benítez Arróniz, ambos de 25; José Benítez de la O, de 24, y Susana Tapia Garibo, de 16, regresaban del Puerto de Veracruz hacia Playa Vicente. En Tierra Blanca fueron detenidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y desde entonces se desconoce su paradero.