Tres años y medio después del desastre ambiental responsabilidad de grupo México, los productores y agricultores afectados en Sonora por el derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre aún no logran recuperarse.

El daño ambiental, considerado un “ecocidio”, ocurrido el pasado 6 de agosto de 2014, afectó a 22 mil personas en los municipios de Arizpe, Banámachi, Huepac, Aconchi, San Felipe, Baviácora y Ures, zonas agrícolas y ganaderas.

De acuerdo al reportaje del noticiero “En Punto”, fueron afectados tanto productores de leche, como agricultores de la zona. Algunos de los afectados tuvieron que recurrir a créditos porque no es les dio el apoyo necesario y prometido.

El supuesto fideicomiso de 2 mil millones de pesos que grupo México presuntamente creó para tratar de remediar el daño ecológico en la zona, quedó en promesa incumplida, de acuerdo a algunos de los afectados.

Inconclusa quedó también una clínica de especialidades en donde supuestamente se daría atención a enfermos por la contaminación de metales pesados.

Tampoco se construyeron las 36 plantas potabilizadores que se construirían, en teoría una por cada comunidad afectada.