Tristemente el mundo está cada vez más contaminado y las consecuencias de esto son cada vez más tangibles. Aunque parece que los casos en los que playas o islas enteras han tenido que cerrar sus puertas en busca de restaurar los ecosistemas o disminuir los daños causados al ambiente, la realidad en que en México también nos ha sucedido; el caso más sonado fue el de la famosa ‘Playa del Amor’ en las Islas Marietas. 

Otro de los lugares que está en peligro inminente de sufrir un desequilibrio ambiental a causa del turismo es el Área de Protección de Flora y Fauna de Yum Balam, en Quintana Roo. Afortunadamente, las autoridades han tomado medidas para evitarlo con la publicación de un nuevo Programa de Manejo.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) indicó en un comunicado que buscará evitar el desarrollo urbano desordenado, la creación de nuevos centros de población, la deforestación, los cambios de uso del suelo y la acumulación de basura en este paraíso natural.

Además, el Programa de Manejo de Yum Balam prohíbe "introducir envases desechables, PET, unicel y bolsas de plástico", así como la "construcción de pistas aéreas, campos de golf y grandes desarrollos".

El Plan también contempla como ilegal que se viertan aguas residuales en el mar y condena los daños a componentes del ecosistema como "los arrecifes coralinos, los pastos marinos, las playas, dunas y manglares, entre otros".

Yum Balam es un territorio de suma importancia pues conjuga diversos ecosistemas en los que habita fauna de gran importancia para la ecología del país. 

En la zona igual encontrarse selvas tropicales bajas y medianas, manglares, cenotes, esteros y lagunas costeras que juegan un importantísimo papel        para la crianza de numerosas especies marinas como el tiburón ballena, tortugas marinas, cocodrilos y tiburones.

También conviven especies de mamíferos terrestres como el jaguar, el mono aullador, el mono araña, el jabalí de labios blancos y el venado temazate. En cuanto a aves, es común ver especies como el flamenco, el tucán pico de canoa y el halcón peregrino.

Como sabemos, durante los últimos 20 años, el Caribe mexicano ha sido invadido por el turismo masivo que va despojando de forma irreversible de sus hábitat a numerosas especies. 

Con acciones como esta se busca blindar a las áreas cercanas del turismo masivo en pos de una convivencia pacífica con la naturaleza.

Con información de EFE.