México.- Casos de desatención y posibles negligencias en el Hospital General de Playa del Carmen, Quintana Roo, se han destapado a partir de la situación que vive Isabel Ramos, joven que resultó herida durante la balacera registrada en la discoteca Blue Parrot, el pasado 16 de enero, cuyo estado de salud, en lugar de mejorar, empeoró progresivamente durante su estancia en el nosocomio.

En un reportaje del noticiero 10 En Punto, de Televisa, Diana Maldonado, amiga de Isabel, denunció que, a pesar de la evolución favorable que presentó durante los primeros días, tras dos cirugías, la joven comenzó a presentar ataques convulsivos y tuvo que ser conectada a un respirador artificial.

Además, dijo, los medicamentos que requirió Isabel mientras estuvo ingresada en el hospital de Playa del Carmen fueron costeados por sus familiares e incluso detectaron severos hematomas en sus extremidades, mismas que captaron en fotografías.

Ante ello, Diana presentó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y ese mismo día se ordenó el traslado de Isabel a la Clínica de Alta Especialidad en Mérida, Yucatán, donde aseguran que está mejorando.

Cuestionado por 10 En Punto sobre el caso, Mario Enrique Hernández, director del Hospital General de Playa del Carmen, aseguró que la paciente recibió los cuidados adecuados, pero “durante el proceso de recuperación, Isabel presentó síntomas de deterioro neurológico”, por lo que se ha sometido el caso a comité, aunque tras un mes de estudios, aun no determinan los motivos del grave estado en que se encuentra la joven.

El caso de Isabel no es el primero que se denuncia en el Hospital General de Playa del Carmen. Mediante videos, pacientes y familiares han evidenciado falta de personal, filtraciones de agua y encharcamientos al interior del hospital.

Incluso los propios médicos del nosocomio han emprendido diversas acciones para denunciar la falta de medicamentosos e insumos. Tal es el caso del doctor Oscar Hernández, quien ocho meses atrás denunció en video que los médicos se han visto obligados a realizar operaciones sin energía eléctrica, y solo con el apoyo de la luz de sus celulares, debido a que la plante de luz está averiada.

A partir de ese video, más doctores y enfermeras se sumaron a las denuncias y fundaron el movimiento “Brazos Caídos”, para exigir que las condiciones del hospital fueran mejoradas, pero en lugar de eso, el doctor Oscar Hernández fue despedido por las autoridades estatales.

Con información de 10 En Punto.