San Luis Potosí.- La primera vez que tomó un lápiz entre sus manos, Doña María tenía 80 años y le parecía impensable comenzar a estudiar. Hoy, la residente de la comunidad tének de Tanleab, en San Luis Potosí, está a nada de terminar la primaria. 

A sus 83 años, admite que no sabía leer ni escribir pero tras recibir la visita de una maestra del Instituto Estatal de Educación para los Adultos, guardó como un tesoro los libros que le proporcionó. 

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Ya planea seguir con la secundaria 

Ahora no hay objetivo que no se crea capaz de cumplir y acude todos los martes, viernes y sábados hasta la plaza comunitaria de Tanleab, donde recibe clases de una instructora hasta el próximo septiembre, cuando termine su formación primaria. 

Y de allí, a dónde su seguridad la lleve. Por el momento ya planea seguir con la secundaria porque le agarró el gusto a aprender y le encanta leer sobre historia de México, cuentos, y todo lo que se atraviese por su camino. 

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Su familia y profesores están orgullosos 

Doña María está orgullosa de sí misma, platica con dignidad que está por terminar la primaria y que ahora ya pone su nombre completo en los documentos que tiene que firmar, en lugar de sólo su huella, como lo hacía antes. 

En cuanto a los profesores que la apoyaron, se siente agradecidos y admirados ante el esfuerzo que la mujer puso en estos años, ya que aunque escribe lento lo hace de forma excepcional.