Por poner en riesgo los manantiales de la zona y devastar el bosque, indígenas otomíes de Puebla afirman que se mantendrán en pie de lucha, para evitar la construcción del gasoducto en el tramo Tuxpan-Tula, por la empresa TransCanada (TC); misma que ya llegó a un acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para continuar con las obras.

Pueblos otomíes continuarán defensa de sus lugares sagrados

La construcción del gasoducto amenaza sitios sagrados y oficios de los indígenas

Feliciano Soto es un indígena otomí, tiene 40 años de trabajar como artesano de papel amate en la comunidad de San Pablito, municipio de Pahuatlán, en Puebla. Pertenece al 30 por ciento de la población en este lugar que vive de manufacturar este tipo de papel.

“Bastante años atrás se ha ocupado ese papel amate y sobre todo su proceso es el agua, son los árboles, todo lo que se saca para la corteza del papel amate”.

Feliciano Soto, Habitante de San Pablito

En entrevista con el noticiero en Punto, de Televisa, señaló que en 2016 comenzó a notar la presencia de trabajadores de la empresa Transcanada, quienes llegaron a hacer trazos a su comunidad para instalar un gasoducto que pasaría por el cerro Bithé, que se considera sagrado para los otomíes.

“El trazo estaba a 500 metros de la comunidad. La afectación que causaría a la comunidad es principalmente los manantiales que tenemos en la parte de arriba”.

Amenaza a los manantiales une en la lucha a 18 comunidades

En septiembre de 2016, junto con otras comunidades de Pahuatlán, los de San Pablito se manifestaron afuera del palacio municipal. Para ellos, su principal temor es que este gasoducto de 276 kilómetros afecte los mantos acuíferos en la zona.

“Ese gasoducto pues si causaría daños a todos a lo mejor mas tarde la comunidad se retira, se va cuando ya no exista el agua en la comunidad”.

Feliciano Soto, Habitante de San Pablito

También emprendieron un batalla legal contra el gasoducto a través de un amparo que ganaron desde 2017.

“Muchas veces en los pueblos indigenas se lucha por la violencia, a veces se lucha por algo que le va a afectar. La gente de San Pablito se consultaron y sacaron ideas para defender por medio de la ley los derechos que tiene la comunidad como pueblos originarios”.<br>

La inconformidad contra el ducto se extendió en comunidades de Pahutalán, Honey y Tlacuilotepec, en Puebla, así como en Tenango de Doria, en Hidalgo. 18 comunidades se agruparon en el concejo regional de pueblos originarios en defensa del territorio.

Huachicoleros y devastación del bosque, las otras razones de su oposición

“Lo que llevaba construir un gasoducto, el peligro pues, el peligro que iba a estar aquí latente, que si hay una fuga [...] se veía, que los huachicoleros de la gasolina y de gas y todo eso todo ese temor es lo que nos llevo a oponernos y a decir que no queremos el proyecto”.

Santos Vargas, Concejo Regional de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio

Otro de los argumentos que pesó es la devastación del bosque mesófilo de montaña o bosque nublado que abarca la mayoría de las comunidades de Pahuatlán.

“Lo que sí nosotros queremos evitar es la destrucción de nuestras tierras, de nuestros bosques, de nuestros manantiales de nuestros cerros sagrados. Lo que nosotros realmente buscamos es la cancelación de este tipo de proyectos”.

Oliveria Montes, Concejo Regional de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio

Hay comunidades donde las obras todavía no inician

TransCanada asegura que lleva el 87 por ciento de avance en este gasoducto. En las comunidades de Pahuatlán aun no se construye ni un metro de esta obra.

El 27 de agosto, el gobierno federal anunció la reactivación de gasoductos en el país, entre ellos el de Tuxpan-Tula. Esto no modifico la decisión de estas comunidades al decirle no a que el gasoducto pase por su territorio.

“Los amparos que ganamos para esta comunidad ya es definitiva la cancelación del gasoducto de Tuxpan-Tula y eso es lo que la comunidad esta alegre porque se están escuchando sus derechos”.

Feliciano Soto, Habitante de San Pablito