México.- La reciente muerte del artista Francisco Toledo ha revivido la polémica que se vivió en durante el gobierno de Rafael Moreno Valle, cuando funcionarios poblanos estuvieron supuestamente involucrados en el robo de varias de sus obras.

De acuerdo con el diario La Jornada de Oriente, la administración de Moreno Valle invitó al juchiteco a exponer en el Museo Taller Erasto Cortés, un recinto en la capital de Puebla que él mismo había ayudado a crear hace algunos años junto con Jaime Erasto Cortés, hijo del afamado grabador.

Además, el artista tenía como precedente que en el año 2010 se montó en aquella ciudad la exposición Toledo 70, que recorrió varios puntos de México y otros países para celebrar sus siete décadas de vida.

Toledo entregó decenas de pinturas y grabados con lo más representativo de su obra, una retrospectiva valuada en millones de dólares.

Sin embargo, el gobierno poblano dio muchas largas al artista oaxaqueño y no parecía tener intenciones reales de montar la exposición, por lo que, después de un tiempo, solicitó oficialmente que le regresaran sus obras pues pensaba mostrarlas en otras ciudades.

Semanas después de recibirlas, se dio cuenta de que el gobierno de Puebla le había entregado reproducciones de los originales. Esto hizo enfurecer a Toledo y amenazó con denunciar el hecho ante las autoridades.

Ante la posibilidad de que varios funcionarios se vieran envueltos en los delitos de fraude o robo, siempre según el diario poblano, el gobierno de Moreno Valle terminó pagando el valor íntegro de las obras falsificadas.

Como Toledo desistió de continuar su querella por la vía legal, el asunto quedó zanjado y nunca se supo el destino final de las obras, las cuales bien pudieron llegar al nutrido mercado negro del arte o, peor aún, continúan en manos de los excolaboradores del panista.