México.- El Centro de Readaptación Social de Santa María Ixcotel, en Oaxaca, alberga un taller que permite a sus internos expresar sus ideas y sentimientos a través de la técnica del grabado, al tiempo que aprenden técnicas que les podrán servir cuando recuperen su libertad.

El Taller de Gráfica Siqueiros está dirigido por el maestro e interno César Chávez, quien junto con otras 20 personas del penal homenajea el gran legado de David Alfaro Siqueiros, quien también realizó arte en reclusión durante los años sesenta.

Tras el éxito del taller de grabado, se han desarrollado uno de esténcil y mural impartido por el artista mexicano Yescka, parte del colectivo guerrilla-art.mx, así como uno más de dibujo a cargo del artista estadounidense radicado en Oaxaca, Jason Pfohl, quien además donó maquinaria para los internos.

El director de Cereso, José Jarquín López, apunto que en entrevista con el diario El Imparcial de Oaxaca que “el Taller Siqueiros es parte de un proyecto para fortalecer los ejes de la reinserción social como lo son el trabajo y la capacitación, y lo están logrando”.

“No todos eran artistas, muchos eran carpinteros, bolseros, lavaban ropa o se dedicaban a otras cosas y en la actualidad están grabando e imprimiendo playeras que venden. Entonces hay educación, capacitación y trabajo”, subrayó el funcionario.

Entre los trabajos más sobresalientes de los internos se encuentra la Lotería Canera, una serie de 27 grabados que muestran aspectos de la vida en reclusión que muchas veces no se conocen en el exterior, como “el destache” o “el rancho”, así como las visitas conyugales, las plagas de chinches y los castigos. Esta obra ya se ha exhibido en dos galerías de la ciudad de Oaxaca, y se espera llevarla a Estados Unidos este año.

Además, el taller cuenta con una modesta biblioteca, de unos 100 ejemplares donados por otros artistas, para que los asistentes se documenten y conozcan la obra de algunos clásicos de las artes gráficas. “El proyecto de tener un espacio de consulta dentro del taller surgió con la idea de Jason Pfohl, quien comenzó a conseguir libros para que los internos pudieran tener referencias visuales de obras de arte”, apuntó Chávez.