México.- Cerca de 400 desplazados por la violencia de la sierra de Leonardo Bravo, Chichihualco y de Zitlala, salieron de Guerrero en caravana y llegaron anoche a la Ciudad de México para protestar en el Zócalo y exigir una mesa de trabajo con el presidente Andrés Manuel López Obrador ante la desatención de los gobierno estatales y municipales.

A medio día de ayer, alrededor de tres autobuses y seis carros particulares salieron de la gasolinera de Tierras Prietas entre entre niños, mujeres, hombres y adultos mayores, quienes buscan establecer un plantón indefinido hasta que sean recibidos.

El director del Centro Morelos, Manuel Olivares Hernández, dijo que el objetivo de dicha manifestación es exponer al presidente el problema que viven en zonas de Guerrero, “que atienda el problema de raíz proveniente del carácter rapaz de las empresas y la corrupción de las autoridades. No es posible que los grupos de la delincuencia organizada nos desalojen y que no haya ninguna resistencia para la exploración de las concesiones mineras”.

Los primeros desplazamientos registrados, de acuerdo con Olivares,  se daban por el control del territorio, por áreas de producción o rutas de trasiego, pero ahora se da por las concesiones mineras que próximamente se pondrán a trabajar.

El grupo de desplazados cumplirá cuatro meses de permanecer hacinados y durmiendo en colchonetas de Protección Civil en el auditorio municipal. Crescencio Pacheco González, víctima de desplazamiento, refirió que el gobierno del estado no ha cumplido con dar una solución a la petición de darles seguridad para regresar a sus comunidades, ni para recuperar a sus animales y propiedades.

“Es un plantón indefinido hasta que tengamos una respuesta definitiva en una audiencia con el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, nos vamos a retirar hasta tener una respuesta favorable a nuestra situación”, advirtió.

Mencionó que la situación de violencia en la región inició en 2013, por lo que buscan que se pueda vivir en tranquilidad para regresar a sus casas que tuvieron que abandonar por salvar sus vidas.

Con información de El Sur