Chilpancingo, Guerrero.- El paro de labores que iniciaron este martes elementos de la Policía Municipal, provocó la renuncia este miércoles del secretario de Seguridad Pública de Chilpancingo, Paulino Molina López, quien ante medios de comunicación aludió problemas de salud.

Unos 60 elementos de alrededor de 100 que conforman la corporación en Chilpancingo, se declararon en paro de labores para exigir el pago de un bono retroactivo que se les otorga cada fin de año, vales para despensas y útiles escolares, como demandas principales.

El primer día ninguna autoridad les pudo garantizar el pago del bono y solución a sus demandas, pues el pago del bono depende del Programa federal para el Fortalecimiento de la Seguridad de los Municipios (FortaSeg), y decidieron extender su actividad hasta este miércoles.

Por la mañana una comisión se reunió en privado en la sede del gobierno municipal con el alcalde, Marco Antonio Leyva Mena, y Molina López, que habría sido solicitada por los elementos policiacos y al término de dicho encuentro se confirmó su salida, la cual ya se anticipaba.

El todavía secretario se trasladó luego de la reunión al cuartel de la Policía Municipal, se reunió con los inconformes y les informó de su renuncia al cargo, a la vez que comentó que se había logrado una reunión en Fortaseg para el jueves, donde podrían exponer directamente sus demandas.

Tras este cambio y posible solución, los policías se comprometieron a reanudar sus labores, las cuales actualmente sólo constan de vigilar el primer cuadro de la capital guerrerense, tras su regreso a las calles luego de casi seis meses acuartelados y sujetos a investigación por presuntos nexos con la delincuencia organizada.

Paulino Molina había sido nombrado encargado de despacho de la SSP de Chilpancingo el 25 de enero de este año, tras el acuartelamiento de la policía municipal por la investigación de la desaparición de cinco jóvenes, dos de los cuales fueron entregados a la delincuencia organizada y posteriormente asesinados.

Fue ratificado en el cargo el 5 de abril, aunque la policía permanecía sujeta a investigación y fue hasta finales de junio, cuando de manera paulatina los elementos se fueron reincorporando a las labores de seguridad.