México.- El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza afirmó que contrario a lo sostenido por la Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE), los sacerdotes asesinados en Taxco no fueron ultimados debido a un conflicto con grupos criminales, sino que se el crimen fue cometido debido a un incidente vial.

Luego de la misa en honor al presbítero, Germain Muñoz García, Rangel Mendoza señaló que de acuerdo con los datos recopilados por la diócesis, los curas fueron asesinados por haber rebasado una camioneta cuando circulaban sobre la carretera federal Iguala-Taxco.

Al aceptar que los religiosos actuaron con imprudencia, Rangel negó que ambos hayan tenido una riña en el baile que se realizó en Juliantla, municipio de Taxco, e insistió que el asesinato se dio por la violencia y la inseguridad que permea en la entidad.

En relación al caso del padre Germaín, de quien se difundió una fotografía en la que aparece en compañía de presuntos criminales y portando una arma de grueso calibre, expresó que la imagen es de hace más de un año y “fue durante un viaje de trabajo del cura a Mezcala”.

“Fue una imprudencia del padre, no sé si tenía contacto con esos grupos, lo que sí sé es que el padre tenía que dialogar con todos los sectores porque trabajaba en Mezcala, por donde están las minas y tenía que quedar bien con todos para poder pasar a su centro de trabajo”. 

Finalmente, insistió en señalar que el gobierno debe dialogar con los delincuentes, pues “a pesar de que no les guste a algunos políticos, la delincuencia es parte ya de la sociedad y está ganando terreno no sólo en Guerrero, sino en todo México”.

Con información de Quadratín