Panamá.- Una red latinoamericana de Trabajadoras Sexuales (Redtrasex) anunció hoy acciones ante la Organización de Estados Américanos (OEA) para demandar el reconocimiento de derechos laborales y exigir el cese de la represión y discriminación.

 

“Los mismos que van a demandar el servicio sexual tanto los de cinco estrellas (como en la calle), son los que a la hora de legislar legislan fuertemente contra nosotras”, dijo en rueda de prensa la secretaria ejecutiva de la agrupación, la argentina Elena Reynaga.

 

Señaló que aprovecharán una reunión el mes próximo de la OEA en Cochabamba (Bolivia) para exigir de esa organización recomendaciones a los países la adopción de legislaciones que reconozcan a las prostitutas como trabajadoras sexuales.

 

“Queremos que la OEA reconozca el trabajo sexual”, indicó Reynaga al señalar que en América Latina es generalizada la represión y discriminación contra las prostitutas, aunque en algunos países sudamericanos han conseguido algunos derechos.

 

Resaltó que demandan derecho a la seguridad social y a la atención médica pero también dijo que están dispuestas al pago de impuestos.

 

“No queremos nada especial, estamos peleando por seguro social, pelemos por una sociedad equitativa pero no sólo para nosotros; por eso nos involucramos con otras organizaciones”, indicó.

 

Reynaga comentó que también vino a Panamá como parte de una gira por Centroamérica para apoyar a las organizaciones de sexo servidoras en su lucha por conseguir el cese de la represión y la discriminación.

 

En el caso de Panamá indicó que la entidad local busca una entrevista con la alcaldesa Roxana Méndez con el fin de conseguir algunas acciones a favor de las trabajadoras sexuales.

 

Una de las dirigentes de las trabajadoras sexuales de Panamá, Marianela Aedo, indicó que a diario son objeto de represión policial, y en el caso de las extranjeras sufren la amenaza de la deportación.

 

Indicó que cuando son capturadas en las noches por ejercer la prostitución en la calle, son trasladadas a estaciones policiales donde deben pagar 200 dólares para salir o en caso contrario son obligadas a sostener relaciones sexuales para quedar libres.

 

Aedo señaló que por temor, las mujeres que son víctimas de esas situaciones evitan denunciar los casos a las autoridades correspondientes.

 

En todo caso, Reynaga señaló que quienes más padecen la represión policial son quienes ejercen la prostitución en las calles a diferencia de las que la ejercen en élites sociales.