Miles de catalanes se manifestaron en diferentes municipios de la región tras el anuncio de la suspensión de la consulta independentista para el 9 de noviembre decretada por el Tribunal Constitucional de España.

Los indignados manifestantes estaban ataviados de amarillo y abarrotaron la histórica plaza Sant Jaume, sede del gobierno regional y el ayuntamiento, mientras gritaban: "independencia" y "votaremos".

Las agrupaciones Omnium y la Asamblea Nacional Catalana, llamaron a los manifestantes a ocupar las plazas de los ayuntamientos de todos los pueblos de la región como desobediencia frente a la suspensión judicial.

De acuerdo con la presidenta de Omnium, el tribunal madrileño carece de credibilidad y no merece respeto, además cuenta con antecedentes de no ser imparcial y oponerse a las propuestas procedentes de Cataluña.

Con información de AFP