Una vez más China se encuentra en el centro de la atención al reportar un nuevo aumento en el número de casos de bunyavirus, un peligroso y mortal virus transmitido a humanos por garrapatas. Hasta ahora, se creía que el patógeno había sido erradicado. 

Tras confirmar un brote de peste bubónica que obligó al país a tomar la decisión de limitar el movimiento en una aldea, el gobierno chino ha informado sobre este peligroso virus que ya ocasionó la muerte de siete personas desde principios de agosto a la fecha. 

Los casos de trombocitopenia (enfermedad causada por el virus de Bunya) confirmados ascendieron rápidamente a 60 y todos se localizan en Jianngsu. Los primeros síntomas de la infección causada por la mordedura de una garrapata son fatiga y fiebre, así como erupciones en la piel lesionada, pero puede ocasionar falla orgánica, fiebre hemorrágica y muerte. 

El nuevo virus de bunya también puede transmitirse a las personas a través de otros animales previamente infectados por garrapatas, y ahora los especialistas indagan la posibilidad del contagio de humano a humano.

Las investigaciones apuntan a que una persona pueden infectar a otras a través de la sangre, el tracto respiratorio y las heridas, pero aún continúan los estudios para determinar las vías de contagio. 

El bunyavirus se descubrió por primera vez en 2009 en el poblaciones del y el este de China; tiene una tasa de mortalidad del 1 al 5%, y las personas mayores tienen más probabilidades de enfermarse y morir. Hasta el momento no existe un tratamiento específico aprobado para la enfermedad.