México.- Un juez federal de Estados Unidos (EU) ordenó el encarcelamiento Chelsea Manning, una exanalista de inteligencia militar que pasó 4 años en prisión por enviar correos clasificados a la plataforma Wikileaks y que esta tarde se rehusó a testificar ante un gran jurado por una nueva investigación en torno a ese caso. 

Manning arribó esta tarde a la corte federal de distrito de Alexandria, Virginia, consciente de su posible reingreso a prisión, pues apenas el pasado mes de marzo fue encarcelada por el delito de "desacato" debido a su rechazo a cooperar con el gobierno estadounidense. Su liberación por ese hecho ocurrió apenas el pasado 10 de mayo y ni una semana después se encuentra de nuevo tras las rejas en el centro penitenciario de Alexandria. 

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Días atrás, los abogados de Manning argumentaron en documentos judiciales que ella no debía ser encarcelada por desacato civil porque ha demostrado que se aferrará a sus principios y no declarará por más tiempo que pase en la cárcel. De acuerdo con la agencia AP, la ley de Estados Unidos (EU) sólo permite encarcelar a un testigo recalcitrante por desacato civil si existe la posibilidad de que el encierro fuerce su testimonio, por lo que la defensa cuestionó la decisión de su reingreso a prisión. 

El caso de Chelsea Manning y Wikileaks

Cabe recordar que durante el transcurso de 2010, Manning, entonces militar en activo, envió cientos de miles de documentos clasificados a la plataforma de Wikileaks, creada por el recientemente detenido Julian Assange. En 2013, una corte marcial la sentenció a 35 años de cárcel en la prisión del ejército en Kansas. Fue hasta 2017 cuando el entonces presidente Barack Obama, apenas a unos días del término de su mandato, ordeno la conmutación de la pena y se concretó su liberación. 

En una breve conferencia de prensa minutos antes de ingresar a la corte, Manning insistió  que jamás pondría en duda sus principios y que está dispuesta a pasar el tiempo que sea necesario en cárcel, a fin de mantenerse leal a sus ideas. En ese sentido, afirmó que su principal preocupación son las condiciones sanitarias de la prisión, pues meses antes de su primer reingreso se sometió a una cirugía y durante su estadía registró algunas complicaciones físicas.