Estados Unidos.- Donald Trump determinó finalizar con las fiestas navideñas exclusivas para la prensa llevadas a cabo en la Casa Blanca, una costumbre que databa de varias décadas atrás.

El evento anual se convirtió en una fiesta exclusiva para reporteros, conductores, opinólogos y directivos de medios masivos, quienes se trasladaban a Washington para participar en la exclusiva reunión.

Estos eventos se volvieron tan concurridos, que se llevaban a cabo dos de forma consecutiva, uno para medios impresos y otros para medios televisivos.

Los invitados tenían derecho a un buffet exclusivo con carnes y mariscos, además de postrers “muy elaborados”, además de acceso a la Casa Blanca.

Los reporteros hacían más de dos horas de fila para una sesión de “besamanos” con el mandatario en turno, en la cual podían tomarse una fotografía con el presidente y la primera dama frente a un árbol navideño.

Sin embargo, la llegada de Trump al poder terminó con este ritual de poder en Washington. El año pasado, su aparición en la fiesta fue breve y ahora, esta ha sido cancelada.