Venezuela.- El legado de la cacica indígena Apacuana fue reivindicado en la ciudad de Caracas, dejando a más de uno inconforme por la desaparición del León rugiente, símbolo que había acompañado a la ciudad desde 1567.

Pero la reivindicación no es menor. Apacuana lideró en el siglo XVI una rebelión en contra de los conquistadores en el actual Valle del Tuy, donde fue ejecutada.

A pesar de ello, habitantes de la metropoli criticaron la decisión de la alcaldesa Erika Farías pues consideran que en Caracas hay otras carencias. No obstante, hubo quienes recordaron que la instalación de la estatua de siete metros de altura y mil 200 kilos de peso coincidió con la muerte de un indígena pemón en Canaima durante un operativo militar contra la minería ilegal.

Mientras el debate tiene lugar, nadie sabe a donde fue a parar el león rugiente posando sobre una concha marina con una cruz, obra del escultor Clemente Díaz.

En 20 años de gobiernos socialistas, la simbología venezolana ha sido reemplazada para otra interpretación de la historia.