México.- Mientras se llevaba a cabo un audiencia general en el Vaticano con el Papa Francisco, un niño se puso a jugar alrededor de los sacerdotes.

La Guardia Suiza y el pontífice dejaron a Wenzel Wirth de seis años correr por la sala, mientras leían su lección de catecismo en varios idiomas.

Aunque la madre del menor se acercó para llevárselo, no pudo y Francisco le dijo que lo dejara ahí; luego le pidió un beso a Wenzel.

De acuerdo a agencias, la madre explicó al Papa que el niño sufría de autismo y no puede hablar correctamente.

Minutos más tarde, la hermana menor del niño también subió a donde estaban los religiosos para poder llevarse a su hermano, pero no lo logró.

"Wenzel estaba un poco aburrido y, sin esperanza de que fuera a hacerlo, le dijimos que si quería saludar al papa, que fuera. ¡Y no se lo pensó dos veces: se fue!", explicaron los padres a la salida de la audiencia, quienes son argentinos pero viven en Italia desde hace años.

Con información de AP y EFE