México.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunciará este miércoles 6 de diciembre de manera oficial que reconoce a Jerusalén como la capital de Israel, hecho que ha encendido las alarmas de la comunidad internacional, por las posibles consecuencias que esto acarreará.

En 2016, como candidato presidencial, Trump  se comprometió a  mover “la Embajada de Estados Unidos a la capital eterna del pueblo judío, Jerusalén. Y enviaremos una señal clara de que no hay diferencias entre Estados Unidos y nuestro aliado más confiable, el estado de Israel”.

En sintonía con esas palabras, el Presidente estadounidense comunicó al presidente de palestina, Mahmud Abbas, la decisión de trasladar de Tel Aviv a Jerusalén la embajada de su país.

Éste último le advirtió sobre las consecuencias que esa medida tendrá en el proceso de paz, la seguridad y la estabilidad de la región y del mundo.

Al respecto, Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea, pidió a Estados Unidos no interferir en el estatus de Jerusalén:

"Debemos usar la negociación para hallar una manera de solucionar el estatus de Jerusalén como futura capital de ambos Estados, a manera de atender a las aspiraciones de ambos lados”.

Jerusalén es un punto sensible del conflicto palestino-israelí, pues ambos países la proclaman como su capital, que en su parte antigua alberga el barrio cristiano, donde se ubica la iglesia del Santo Sepulcro,  el barrio armenio, el judío –que alberga el muro de los lamentos– y el barrio musulmán, sede de la explanada de las mezquitas.

Algunos de los países que se oponen a esta decisión son: Arabia Saudita,  Francia y Alemania.

El rey Abdalá de Jordania aseguró que esta decisión tendrá efectos peligrosos sobre la seguridad en medio oriente.

Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan advirtió que se podrían romper relaciones diplomáticas con Israel.