Enric Millo, delegado del gobierno español en Cataluña, criticó la actuación de la policía autonómica de esa región autónoma, además de declarar como “desbaratado” el referéndum independentista de este 1 de octubre.

"Los Mossos, La Policía Nacional y la Guardia Civil tenían la orden de impedir la celebración del referéndum ilegal. Para ello, los Mossos d'Esquadra, a petición propia, debían evitar que se abrieran los mal llamados colegios electorales. Pero lamentablemente esto no ha sido así. Se ha impuesto la línea política por encima del criterio profesional, poniendo en riesgo de forma irresponsable el prestigio de un cuerpo policial, el de la Generalitat de Cataluña, que es de todos y para todos", señaló el funcionario al diario El País.

Entre reportes de heridos en distintos enfrentamientos, con problemas de internet que han obligado al uso de boletas de papel y con apenas 73% de los colegios electorales abiertos es como se habría cabo esta votación.

Millo hizo una fuerte crítica contra la organización del referéndum:  "es la primera vez en la historia que a 45 minutos de empezar una votación se cambian las reglas del juego. Un juego en urnas opacas, sin papeletas, sin censo electoral visible, sin junta electoral, sin capacidad de recuento. Sin ninguna de las más mínimas características que pueden conformar una votación normal. Sin colegios, sin sobres... sin sobre, que es lo que permite garantizar que haya una sola papeleta por cada votante y que el voto sea secreto. Por tanto, o se está eliminando el voto secreto o se está permitiendo el voto múltiple".

Por este motivo, el referéndum del primero de octubre se encontraría “desbaratado”: "se confirma que el estado de derecho ha desbaratado el referéndum. Podemos confirmar que en Cataluña no hay un referéndum de autodeterminación. La comparecencia del Govern certifica que han eliminado cualquier vestigio de respetabilidad democrática. Como Gobierno, nuestro deber es velar por la seguridad de todos los catalanes, garantizar sus derechos y salvaguardar nuestros marco jurídico y constitucional que es la base de nuestra convivencia y lo ha sido durante los últimos 40 años. No vamos a tolerar que unos cuantos quieran imponer sus objetivos a costa de dividir a las sociedad catalana. es un precio demasiado alto que no se va a pagar", concluyó.