Rusia.- La tercera y última lectura del proyecto de ley que despenaliza la violencia doméstica, fue aprobada en medio de la polémica.

La agresión no será considerada delito, siempre que no cause daños a la salud de la víctima y no sea reiterada, de lo contrario será penado.

Sólo cuando el agresor golpee de nuevo al mismos familiar podrá ser procesado por vía penal y castigado con cárcel, además, el agredido deberá demostrar los hechos dado que la justicia no actuará de oficio en dichos casos.

“Las víctimas deberán reunir ellas mismas todas las pruebas de la paliza y acudir a todas las vistas en los tribunales para probarlo. Es absurdo que no se actúe de oficio. El agredido debe investigar su propio caso”, explicó la abogada especializada en violencia de género Marí Davtián.

En la práctica, el 9 de cada 10 denunciantes no acuden a los juzgados por el procedimiento y porque el agresor es alguien que casi siempre comparte hogar con su víctima.

Las autores de la iniciativa,dos diputadas y dos senadoras de Rusia Unida, partido al que pertenece el presidente Vladimir Putin, argumentan que tan sólo quieren despenalizar las palizas que no ocasionen daño a la salud de las víctimas.

Según las encuestas, casi un 60 por ciento de los rusos respaldan una reducción del castigo para conflictos menores en el seno familiar, pese a que hasta 14 mil mujeres son víctimas de asesinato por parte de sus parejas.

Con información de EFE