Far Cry New Dawn es la nueva entrega de la exitosa franquicia desarrollada por Ubisoft, la cual se puede considerar una secuela directa del último episodio de la saga (Far Cry 5), por ende, nos moveremos por el mapa dicha aventura y encontraremos a viejos conocidos.

La historia comienza años después de lo ocurrido en su antecesor; sin embargo, atrás ha quedado aquel escenario sombrío y de muerte, para dar paso a un planeta cuya naturaleza renació mientras los humanos se encontraban guarecidos.

De modo que ahora existen diversos asentamientos en el mundo, siendo uno de ellos Prosperity, comunidad que parece extraída de la obra Utopía de Tomas Moro, ya que sus habitantes cooperan entre sí para mantener la paz y la armonía sin la necesidad de un Estado o líderes.

Sin embargo, y como no puede ser de otra manera, también existe el grupo conocido como los Saqueadores, cuyas intenciones son diametralmente opuestas a los inquilinos de Prosperity, y cuyo liderazgo descansa en Mickey y Lou, un par de mellizas despiadadas, quienes son expertas en apropiarse por la fuerza de todo aquello que brille.

Ubisoft no arriesgó nada ni quemó las naves en este Far Cry, ya que la mecánica de juego e historia sigue siendo, en esencia, la misma que sus predecesores, hecho que representa un arma de dos filos: y es que los nuevos jugadores de la franquicia se sentirán atraídos de manera inmediata por la adictiva y divertida jugabilidad, mas los usuarios experimentados echarán de menos alguna novedad significativa.

Gráficamente es acorde al nivel que se venía mostrando, resultados que son más que plausibles. No obstante, ocurre lo mismo que con la jugabilidad, pese a que el apartado es sobresaliente, pudo haber ofrecido alguna evolución; por su lado, el aspecto sonoro está acorde del gráfico, asimismo, exhibe una mayor variedad de piezas que su precuela.

Aunque eso sí, en este título encontraremos elementos con cierto aroma a RPG, ya que podremos ir escalando de nivel las armas y habilidades del personaje principal o de las “bestias” que nos acompañen, y así podernos enfrentar a enemigos de equivalente calidad, de lo contrario caeremos a las primeras de cambio.

En tanto, Prosperety fungirá como nuestro centro de control, en consecuencia, tendremos que ir haciendo constantes mejoras a instalaciones y reclutar para la comunidad a gente especializada en determinadas tareas.

Queda claro que Ubisoft no se ha quemado mucho las pestañas en un juego digno de vítores y laureles, pero con esta entrega demuestra que Far Cry puede seguir cautivando a propios y extraños.