Con el registro de 651 proyectos, se realizó la premiación de la Cuarta Edición del Concurso Nacional de Videojuegos MX el cual reúne a desarrolladores, empresarios, emprendedores y estudiantes del país para crear nuevos videojuegos.

Este concurso, como en sus ediciones anteriores, tuvo la colaboración de empresas, estudiantes, comunidades de desarrolladores mexicanos e iniciativa pública para así reconocer a los proyectos que se destacan por su producción en sonido, innovación, historia, arte e impacto social.

La convocatoria realizada por The Entertainment Software Association (ESA) en México recibió los proyectos divididos en las categorías de “Desarrolladores profesionales” (207), Universitarios (264) y Creativos junior con (180) siendo los ganadores:

Durante las cuatro ediciones se ha presentado un total de 1,435 proyectos: 134 en 2015, 241 en 2016, 2017 con 409 y en esta última edición, 651. Lo que muestra un incremento en los desarrolladores en nuestro país, además se destacó el aumento de la presencia femenina en dicho ámbito, al registrar un 15% de participación de mujeres, contra el 1% de la primera edición.

De acuerdo con Kiyoshi Tsuru, representante de Entertainment Software Association en México, que de acuerdo con datos de The Competitive Intelligence Unit, en el país esta industria es uno de los que más se consume de toda Latinoamérica, además de generar grandes ganancias a este sector; por lo tanto, de forma paralela México puede ser sin duda también potencia en la generación de nuevos videojuegos y de su comercialización ofreciendo así nuevas oportunidades al talento creativo y convertirse así en una industria que impulse la economía nacional.

Asimismo, representantes del IMPI destacaron lo necesario que es registrar los juegos e ideas derivados de ellos con el objetivo de incentivar el desarrollo formal, que no todo se quede en meras ideas y "amor al arte", pues de lo que se trata es de que esto sirva para que la gente que gusta de los juegos pueda vivir de ellos, en cualquiera de sus formas; generando distintas fuentes de trabajo, que van más allá de la mera maquila o distribución, como se ha venido manejando hasta el momento.