La sensación de que ya todo en el mundo se descubrió y de que conocemos todo aquello con lo que convivimos, es completamente común y razonable, pero la verdad es que seguramente no vamos ni a la mitad del camino en esta tarea. Si te hace falta una prueba para creerlo, basta decir que un equipo de especialistas encontró que 70% de los microbios que habitan la Tierra, vive en las profundidades. 

En las que hasta hace poco fueron consideradas rocas estériles, abundan bacterias y organismos unicelulares cuya magnitud poblacional, por primera vez en la historia, ha sido estimado por cientos de científicos que se agrupan en el programa Deep Carbon Observatory. 

La suma de los trabajos hechos por integrantes del observatorio fueron reunidos y presentados el pasado lunes revelando que la vida “intraterrestre” representa una masa de 15 mil a 23 mil millones de toneladas de carbono, de 245 a 385 veces más que los 7 mil millones de humanos.

Para llegar a esta conclusión, durante 10 años y a través de colaboración internacional, hubo que estudiar con profundas perforaciones la parte más escondida de continentes y océanos. Tan solo un barco japonés perforó 2.5 km bajo la placa oceánica, capturando microbios que nunca habían sido observados y que vivían en sedimentos de 20 millones de años.

"Los microbios viven por todas partes en los sedimentos", declaró Fumio Inagaki, de la Agencia japonesa para Ciencias Marinas y de la Tierra. "Están ahí y esperan... todavía no entendemos sus mecanismos para sobrevivir a largo plazo", apuntó.

Como podrás imaginar, estos organismos que viven varios kilómetros debajo de la superficie, aparentemente han evolucionado de forma independiente de la vida superficial. "Son nuevas ramas del árbol de la vida que existen en la Tierra desde hace miles de millones de años, sin que nunca las hayamos tenido en cuenta", dijo Karen Lloyd, de la Universidad de Tennessee. 

Estos microbios tienen vidas completamente distintas a lo que conocemos, se trata de bacterias y microorganismos unicelulares. En un ambiente bajo presión extraordinaria y totalmente carente de nutrientes, algunos no se reproducen y no tienen ninguna actividad metabólica para recuperarse; algunos incluso han sido comparados con zombies pues utilizan toda su única actividad es la de sobrevivir; en ello ocupan toda su energía. 

Existen otras bacterias que tienen cierta actividad, son estas las que más fascinan a los biólogos pues tienen un sistema de alimentación a base de  quimiosíntesis, o sea, aprovechan la energía que se genera cuando las rocas se alteran. Para ellas, este sistema es como la fotosíntesis que sostiene al mundo que conocemos en la superficie. "Su fuente de energía no es el sol y la fotosíntesis", señaló Bénédicte Menez, responsable del equipo de geomicrobiología del Instituto de Física del Globo de París. 

El equipo aún no logra descifrar si estos organismos descienden de la superficie o se general en el interior del planeta. También queda la incógnita de hasta qué profundidad podía encontrarse vida y cómo esta afecta o interfiere con la superficie. Definitivamente quedan muchas cosas más por saber. 

Con información de AFP.