Si hay algo que esté en boca de todos en este momento, en relación al mundo geek, es la llegada de Infinity War; tercera película de Los Vengadores y la culminación de 10 años de trabajo exitoso de Marvel Studios y el MCU. De ahí que a lo largo de las semanas y meses, hemos visto varios agradecimientos por parte de los involucrados, así como diversas formas de celebrar lo logrado. Figuras como Stan Lee, Kevin Feige, Robert Downey JR., el incluso quienes ya no pertenecen al proyecto, como Joss Whedon, han sido parte de todos estos festejos.

Sin embargo, todo mundo, desde la propia Marvel, hasta los fans, sin olvidar a Disney, se han olvidado de un personaje clave en toda la formación del MCU; alguien que fue determinante para que todo esto se lograra y que sin su participación el proyecto nunca hubiera visto la luz. Nos referimos a Paramount Pictures.

Regresemos a hace 10 años, al 2008. Las películas de superhéroes aún eran una novedad, los grandes proyectos se basaban en trilogías a lo mucho, DC dominaba el mercado sólo con Batman y de Marvel, la gente sólo conocía a Spider-Man y los X-Men.

En ese momento, la novel Marvel Studios, trajo al cine la primera versión live-action de Iron Man, la cual fue bien recibida por el público; pero, lo que más llamó la atención es que después de los créditos apareció una escena extra, donde veíamos a Nick Fury hablando con Tony Stark acerca de la iniciativa "Vengadores"; el resto es historia.

Ahora bien, ¿Qué tiene que ver Paramount en todo esto? Pues ellos simplemente se encargaron de distribuir casi todas la películas de la Fase 1 del MCU, cuando ni siquiera se llamaba así; es decir, apostaron por uno de los proyectos más arriesgados en la historia del cine, con un grupo de personajes que no eran muy conocidos fuera del círculo de los cómics y con un estudio que tenía nula experiencia en el ramo de la cinematografía, mucho menos para armar un universo como tal.

Y vamos, no estamos hablando de Warner, Fox o Sony, que hasta cierto punto, contaban con más recursos para permitirse dicho proyecto; sino de una productora de segundo orden en el ramo (algunos dirán que de tercero), con grandes aciertos, pero también con grandes errores y conocida por privilegiar las historias de consumo inmediato que obras duraderas; una muestra son la películas de Transformers y la explotación de sagas como Shrek o Madagascar.

Este estudio posicionó por casi 4 años (de 2008 a 2011) dos películas de Iron Man, Thor y Capitán América; The Incredible Hulk corrió a cargo de Universal. Pero no sólo eso, influyeron indirectamente con el tono de toda esta etapa, pues a diferencia de Disney, al no ser dueños de Marvel, prácticamente no tenían injerencia en la producción de las obras; Kevin Feige y todo su equipo iban solos en ese momento.

Muchos podrán estar agradecidos con Disney por llevar esta franquicia a niveles de explotación nunca antes vistos; aún así, se debe de tener muy en claro que el MCU no fue idea del ratón, ni tuvo que ver con sus inicios, lo único que hicieron fue hacerse de un producto ya probado en el momento exacto; esto es, cuando las cintas de Marvel ya eran tomadas en cuenta dentro del género, cuando DC se comenzaba a quedar a la saga y cuando todos estaban esperando la primera de Vegadores. Fue justo en ese momento cuando Disney pasó a tener control de todo.

No sabemos si la relación Paramount Marvel hubiera sido tan fructífera como la que se tiene con Disney; lo único cierto es que debemos de darle su justo lugar a la productora por ser la que decidió tomar el riesgo, algo que ni siquiera la Casa del Ratón hizo en su momento.