Como cada septiembre, Konami nos deleita con una nueva entrega de Pro Evolution Soccer, el cual, en su edición 2018, mejoró en gameplay, ritmo de juego y gráficos, lo que le hace ser la mejor entrega del PES en los últimos años.

Lo primero que hay que destacar es el ritmo de juego que tiene PES 2018, el cual se podría sentir un poco más lento que ediciones anteriores; no obstante, esto permite al jugador tomar una función más activa en lo que se refiere al desarrollo del partido. Para ello Konami mejoró el sistema de juego en general; con un simple movimiento de joystick podrás proteger el esférico pasar y disparar con precisión.  Mención aparte para el trabajo que se hizo con los movimientos característicos de los mejores jugadores; clave para que la experiencia sea más realista.

En cuanto a los modos de juego no hay mucha variedad respecto a otras ediciones, pues se mantiene la Liga Master, My Club y Ser Leyenda, cuyas interfaces han sufrido ligeros cambios que refrescan la interfaz.

Master League es el mejor de los tres, en él el jugador tendrá que ponerse en la piel de un director deportivo gestionando todas las labores de un club, empezando por realizar los traspasos de jugadores de la plantilla, la táctica y estrategia del once inicial, así como el juego de los partidos. En la edición de este año cuenta con un modo Desafío, que nos entregará varios retos a la hora de manejar nuestro club.

En My Club los usuarios conformarán a su propio equipo con los mejores jugadores del mundo. Es importante mencionar que es un tanto complicado entender el sistema de traspasos de jugadores, aunque uno de sus mejores puntos a favor es la inclusión de leyendas como David Beckham, Diego Armando Maradona o Michael Owen.

En el caso de Ser Leyenda, manejaremos a un jugador que tendrá que ir ascendiendo de jerarquía dentro de su equipo para poder ser traspasado a un club más grande hasta llegar a las mas altas esferas del balompié internacional. Es decir, a base del rendimiento dentro del terreno de juego aspirarás a ser el mejor jugador del mundo y llevar a tu selección a ser la Campeona del Mundo. Aunque no presenta casi ningún cambio, es ideal para aquellos que quieran vivir la experiencia íntima de un jugador que salió de un conjunto pequeño hasta llegara a ser el mejor de todos.

Lo que sí resulta novedoso es la llegada de un cooperativo 2vs2 y 3vs3, donde podremos jugar con amigos en partidos online y offline. El nuevo sistema de valoración permitirá diferenciar el desempeño de cada jugador de forma individual, arrojando puntuaciones para ambos equipos, así como para cada jugador, por lo que se podrá observar quien fue el más valioso del encuentro.

Pasando a los aspectos técnicos. Los gráficos son de lo mejor con lo que cuenta el juego y se puede notar en los jugadores, sus rostros, expresiones e incluso tatuajes que hacen. Otro caso en donde destaca es en los estadios licenciados, como el Camp Nou, Anfield Road o el Signal Iduna Park, los cuales con el nuevo sistema Real Capture son unos auténticos manjares visuales.

Asimismo, el público de los estadios, es bastante activo: ruidosos durante el proceso del juego, gritan cuando el equipo local está a punto de marcar un gol y se silencian cuando el equipo rival es el anota. Además también se hizo un gran trabajo con los elementos contextuales, como los entrenadores e incluso los fotógrafos. Esto fue posible gracias al Fox Engine, el cual ha servido para que se vea una evolución estética con cada nueva entrega.

En cuanto a la narración; Christian Martinoli y Luis García son los encargados de hacer más amena la experiencia, lamentablemente no son tan graciosos como en la vida real, por lo que sus comentarios, además de repetitivos respecto a versiones anteriores, se vuelven aburridos y sin emoción.

Para finalizar, las licencias vuelven a ser, como a lo largo de la historia de PES, su fallo más notable. Aunque cuentan con más equipos y jugadores oficiales, en su mayoría son  de escuadras intrascendentes para un jugador promedio. Por ejemplo, es poco probable que un fan mexicano quiera competir en la Liga de Argentina, Brasileña o Chilena, mucho menos en la asiática. Es cierto que cuenta con las licencias de la Champions League, la Europa League y la Supercopa de Europa; pero es un hecho es insuficiente, sobre todo con la voraz competencia que tiene dentro del género.

En general, PES 2018 llena las expectativas, pues además de presentar grandes cambios en las gráficas de jugadores y estadios, también mostró una ligera mejoría en cuanto al ritmo de juego, algo que era difícil debido al poco margen de mejora que dejó la edición anterior. El único problema es el de siempre: las licencias, las cuales pueden hacer que cualquier novato del futbol virtual se decante por otro título.