La gran apuesta de Activision y Bungie regresa en esta nueva entrega de Destiny; donde se ve que tomaron nota de los lados débiles de la primera parte, entregando una continuación más madura y mejor lograda conservando los puntos fuertes de su antecesora.

El juego nos pone de nuevo en la piel de uno de los Guardianes, el cual, después de sobrevivir al ataque devastador de la Legión Roja, deberá prepararse para recuperar lo que le han quitado, al lado de viejos conocidos  y nuevos aliados que nos iremos encontrando en el camino. Esto mientras peleamos con amenazas ya conocidas, recorriendo hermosos escenarios de espacios abiertos y túneles estrechos que hacen una mezcla épica a la hora de ir avanzando en la trama.

Bungie aprendió de las críticas a su anterior título y nos da una historia que es muy superior a lo visto anteriormente, usando al líder de la Legión Roja “Dominus Ghau” como el enemigo principal y dándole una personalidad fuerte e imponente que nos hace recordar a “Tartarus”, uno de los enemigos del universo de Halo; obra también desarrollada por este estudio.

Siguiendo con la historia, los personajes secundarios demuestran una personalidad marcada y mejor desarrollada de lo que vimos anteriormente, lo que da tanto momentos que rozan en lo épico, como divertidos que no dudamos que te sacarán una sonrisa.

La jugabilidad es casi idéntica a la primera entrega, con algunos cambios en las habilidades del jugador, por lo que si jugaste Destiny, no tardarás en acostumbrarte a los movimientos o las batallas. Conforme vas avanzando en la historia, se desbloquea el árbol de habilidades que a pesar de ser algo pequeño, al juntarse con las mejoras que se realizan a las armas, nos permite tener un grado de personalización bastante aceptable en nuestro avatar. 

El apartado gráfico es más que aceptable, se nota que esta entrega fue diseñada para la actual generación de consolas y a pesar de que no llega a ser exquisita, nos permite apreciar sin problemas lo grandioso de sus impresionantes escenarios y enemigos. Lo mismo va para el audio que, a pesar del cambio de director, sigue siendo acorde a la calidad del producto aunque sin sobresalir del todo.

La parte social está presente en todo momento, siendo uno de los aciertos principales de esta franquicia. Si bien la fórmula de un MMORPG con FPS no es muy común, aquí se nota una mezcla bastante interesante sin olvidar la experiencia en solitario, dándole el peso necesario a la hora de unirte a un clan para participar en una incursión o asalto; así como el llamado modo competitivo, donde peleas contra otros jugadores en diferentes mapas por objetivos.

Con todo esto, Bungie y Activision nos muestran que pueden mantener una estructura sólida acorde al viejo dicho “si algo funciona no lo cambies”, además de aprender de sus errores y evolucionar en ciertas partes, acorde a las críticas de la comunidad para reforzar los puntos débiles. Todo esto da como resultado un juego muy bien logrado en todos sus aspectos, aunque sin ese plus que lo haga ser un juego innovador. 

Si no has tenido oportunidad de entrar al mundo de los Guardianes, este es un buen momento;  la narrativa que tiene el título y que tanto le faltó al primero, te atrapará al instante. Por el contrario, si eres un viejo conocido de este universo, a pesar de no contar con cambios realmente grandes, siempre es una delicia regresar a este lugar sin cachorritos, pero lleno de misterios y acción.